Ensayo

España, una historia explicada. De Atapuerca al 11-M

J. Montero y J.L. Roig

14 julio, 2005 02:00

Prol. L.M. Anson. Cie Dosat. Madrid, 2005. 479 páginas, 22 euros

Sevilla era "la Nueva York del siglo XVII", "La Pepa" nació en Cádiz en 1812, poco antes de que Fernando VII usara paletó, María Cristina nos quisiera gobernar o Espartero pasara "del fogón al estrellato"; luego "Manolo deja el campo" por la ciudad y el franquismo inventa los "derechos humanos con freno y marcha atrás".

Los autores de esta obra pretenden "explicar" la historia de España en términos entendibles por todos. Frente al análisis académico o convencional surge hoy con fuerza una historia que trata de llegar al gran público con soltura y desenfado, sin que necesariamente tenga que resentirse el contenido. Aunque los puristas rechacen en bloque esta fórmula por su trivialización, debe reconocerse que en esto, como en casi todo, hay obras más o menos conseguidas. Una actitud ecuánime admitiría que la divulgación histórica es tan necesaria como la investigación, y lo que no se debe es confundir una con otra.

Este libro hace un recorrido desde Atapuerca al 11-M con una distribución muy descompensada: los 11 primeros capítulos para la España anterior al XIX y los 32 siguientes para la era contemporánea. Contrasta así el recuento relativamente minucioso de los últimos años con la esquematización del período imperial. Se percibe el esfuerzo por dar siempre una interpretación clara, de conjunto, aunque ello implique sacrificar matices o excepciones. Del mismo modo, procuran los autores no abusar de los datos, sino que éstos sirvan de ilustración de las tesis que mantienen. Los personajes fundamentales están destacados en negrilla, como en muchos artículos periodísticos, y algunos cuentan con una nota al pie que resume en pocas palabras sus peripecias vitales. Desde el punto de vista ideológico los autores evitan entrar en valoraciones controvertidas y mantienen siempre un tono mesurado en el análisis de los principales conflictos. No hubiera estado de más en una obra de estas características, tan abiertamente dirigida al público no especializado, incluir un índice onomástico, una sucinta cronología y una pequeña relación bibliográfica, elementos que hubieran ayudado a su encomiable afán pedagógico.