Máscaras masculinas. Héroes, patriarcas y monstruos
Enrique Gil Calvo
8 junio, 2006 02:00Enrique Gil Calvo. Foto: M.R.
Gritón en sus frecuentes colaboraciones en prensa, informado y articulado en su extensa obra ensayística, Enrique Gil Calvo (Huesca, 1946) es un pensador que no decepciona al lector. Siempre arroja luz sobre algún tema dejado de lado, oscuro y es raro que en sus textos falte alguna jugarreta de las que te remueven en la silla.
Gil Calvo contrapone estos tres tipos de máscaras, héroes, patriarcas y monstruos, para montar una estructura tridimensional a modo de instrumento analítico capaz de diseccionar la estructura de la masculinidad. Máscaras masculinas está dividido en dos partes. En la primera, de cuatro capítulos, Gil Calvo presenta la elaboración de los conceptos que va utilizando y el modelo de análisis que toma de Lévi-Strauss, su conocido "triángulo culinario" de lo crudo, lo cocido y lo podrido. La segunda parte, compuesta por tres capítulos, consiste en una descripción minuciosa de las máscaras masculinas. Para ilustrar su desarrollo teórico, Gil Calvo recurre a su enorme conocimiento cinematográfico; no en vano, ingresó en la Escuela Oficial de Cine de los tiempos de Bardem y Berlanga. Y utilizando un lenguaje fílmico, señalemos que a Máscaras masculinas le sobra metraje. El argumento de su autor es claro, contundente y no necesita tanto refuerzo tomado de la pantalla.
Gil Calvo no establece un triángulo estático de máscaras. El héroe es "un hombre puesto a prueba por su comunidad", pero a su vez puede convertirse en patriarca si supera las pruebas que le marca el destino. Del mismo modo el patriarca, aquel varón que tutela, tiene responsabilidades y decide, puede degenerar en monstruo, "metáfora del deseo masculino de omnipotencia". El signo de los tiempos es que el admirable héroe, el respetable patriarca o el monstruo pueden estar conviviendo en el mismo hombre.