Ensayo

El escudo de la República

Crítica.

7 junio, 2007 02:00

Barcelona, 2007. 736 páginas, 29’95 euros

Estamos ante la segunda entrega de la trilogía sobre la República en guerra. Aunque teóricamente este volumen se puede leer con independencia del primero, se trata de una continuación en todos los sentidos (desde el cronológico hasta el argumental) de lo que se exponía y analizaba en La soledad de la República (véase El Cultural, 30-11-2006). Recordemos que el comienzo de este magno proyecto estaba dedicado a trazar un panorama general de los primeros meses de la guerra, con especial atención a un contexto internacional determinante para el curso de los acontecimientos: el aislamiento del régimen republicano, la abstención o pasividad de las potencias occidentales y la petición de ayuda a la URSS como clavo ardiente al que no tiene más remedio que agarrarse la República en un trance casi agónico.

En el tomo que ahora nos ocupa, Viñas se mueve en el marco de 1937 y se centra en los tres hechos decisivos de ese año, aludidos en el subtítulo: la cuestión del oro de Moscú -asunto ya estudiado por el autor en obras anteriores-, la consolidación de la "apuesta soviética" y los famosos fets de maig de 1937 en Barcelona (la lucha abierta entre comunistas, por un lado, y anarquistas y POUM, por otro). Los presupuestos metodológicos, el tratamiento meticuloso de los datos y los objetivos generales son los mismos que en la entrega anterior: así, Viñas sigue privilegiando la perspectiva internacional, aunque la conjuga más con los asuntos internos, profundiza en la defensa de Negrín y continúa batallando con tono mordaz contra todo lo que huela a versión "revisionista" o enfoque conservador.

Advierte el autor en el prólogo que éste "no es un libro de libros". Quiere decir con ello que se basa en "fuentes primarias, las duras", o sea, material de archivo, en especial archivos alemanes, franceses, británicos y rusos, aunque reconoce que en este último caso las lagunas son notables. De este modo, en contra de lo usual, Viñas no utiliza la bibliografía como apoyo de sus tesis sino como objeto de discusión y, muy a menudo, para señalar las discrepancias de grado o de fondo con otros autores. Aunque sólo fuera por esa riqueza documental y ese desparpajo argumental, sólo posible desde un conocimiento exhaustivo de la materia, esta obra constituiría una aportación imprescindible en un tema en el que, en contra de lo que algunos creen, no está todo dicho.

Viñas apuntala la interpretación tradicional de la izquierda acerca de la deriva republicana. Si se me acepta la simplificación inevitable, lo que se sostiene es que los dirigentes republicanos hicieron lo que tenían que hacer dentro de un estrecho margen de maniobra. Por ejemplo, se utilizó adecuadamente el oro del Banco de España para forjar el "escudo de la República" al que alude el título. Sin el auxilio soviético, y dada la masiva aportación nazi-fascista a Franco, el régimen republicano tenía los días contados. Obviamente, la ayuda de la URSS trajo consecuencias, algunas inevitables -la expansión del PCE- y otras deletéreas, como esos "asesores" a los que Viñas atribuye un papel decisivo en los crímenes masivos (Paracuellos) o selectivos (Andreu Nin). Aun así, para el autor se ha magnificado la mano comunista en los grandes asuntos, como la caída de Largo Caballero y el ascenso al poder de Negrín.