Mircea Eliade, el profesor y el escritor
Edición de J. B. Llinares
11 octubre, 2007 02:00Eliade, poco antes de morir
Hay en los inicios creadores de Mircea Eliade (Bucarest, Rumania, 1907-Chicago, Estados Unidos, 1986) un impulso, una avidez intelectual que le marcaría en su juventud y que le acompañaría siempre. En La novela del adolescente miope y en las primeras páginas de su Diario ya se deja ver muy bien ese impulso creador, que le llevaría a conformar una de las obras más colmadas y coherentes del pasado siglo, en el que no faltó para él -como para otros coetáneos de su país: Ionesco, Cioran, Horia- la dura prueba del exilio. Sorprende también cómo desde aquellos ávidos inicios juveniles, la creación pura y los ensayos fundamentados se van entrelazando en él con una gran naturalidad. Así, deliciosas novelas como Isabel y las aguas del diablo o Maitreyi se combinan con sus primeros libros fundamentados, como Alquimia asiática o Yoga, un ensayo sobre los orígenes de la mística hindú, frutos de su influyente viaje a la India en el año 1928.Vinieron luego sus ya clásicas obras, El mito del eterno retorno, Lo sagrado y lo profano, Mefistófeles y el andrógino, pero sobre todo sus monumentales Tratado de historia de las religiones (1949) e Historia de las creencias y de las ideas religiosas, en tres volúmenes (1976-1983). Al tiempo que se fundamentaban sus ideas primordiales, sus obras de ficción -¿de ficción?-, indagadoras en lo misterioso, no dejaron de sucederse, algunas de extensión generosa, como La noche de San Juan o Los jóvenes bárbaros. Afortunadamente, el lector español interesado ya tiene a su disposición las traducciones de la mayor parte de la obra de Eliade. Al fondo de ellas, revelado con claridad por medio de la exposición sistemática o enmascaradas en sus relatos, libros de memorias o diarios, alienta aquel mismo impulso primero: el de su interés por lo sagrado, esa presencia -evanescente, pero a la vez ciertísima-, que acompaña a los seres humanos desde el origen de los tiempos y que es consustancial a la vida, al conocimiento y a las diversas formas del arte.
Celebramos en 2007 el centenario del nacimiento de Mircea Eliade y las versiones de sus libros se ven iluminadas ahora con la aparición de esta obra colectiva que hoy recordamos, Mircea Eliade: el profesor y el escritor. Nacieron los textos de este volumen, al cuidado de Joan B. Llinares, de un curso de doctorado celebrado en la Universidad de Valencia y ya desde su título observamos esa rica dualidad que hemos venido subrayando en Eliade: la del creador y la del erudito.
Puede comenzar el lector no informado aproximándose al "Apéndice" del libro, pues en él hallará una completísima cronología que le va a proporcionar esa rápida aproximación no sólo a muchos aspectos centrales de la vida y de la obra del autor sino a los amplios análisis que anteceden. También comprende ese apéndice la relación de las primeras ediciones y de los libros traducidos en España.
Como muy bien afirma Llinares en su "Introducción", los grandes temas planteados por Mircea Eliade nos llevan a interpretaciones innumerables que enriquecen su mensaje y que, a la vez, nos enriquecen a sus lectores. Así, aproximarnos al mito del eterno retorno nos lleva a Heráclito, a Platón, a Kant o incluso a los místicos españoles. Se alude también a la labor verdaderamente excepcional, como traductor y estudioso de la obra de Eliade, de Joaquín Garrigós, al que sin duda le debemos una buena parte de cuanto sabemos en España sobre este autor. (Recordemos también que no hace mucho la revista alicantina "Empireuma" dedicó un monográfico a Eliade).
Forman el núcleo central de este libro monográfico -que se suma al que publicaran las Editions de L´Herne (París, 1978)- una serie de estudios sobre aspectos concretos o generales de la obra creativa y erudita de Eliade, los cuales constituyen un complemento informativo y analítico ideal para todos aquellos que, antes o después, se hayan aproximado a los libros del escritor rumano. Como la de Carl Jung en otros campos, la obra de Mircea Eliade es clave no sólo para su convulso siglo, el XX, sino para aquel en el que ya hemos entrado, el XXI.
La riqueza de sus hallazgos y la esencia de sus temas hacen de la obra de Mircea Eliade no sólo un influyente mensaje del ayer, sino que nos abre a caminos sugestivos y valiosos para nuestro hoy y para el mañana, iluminados ahora de manera especial, con gran detalle, gracias a los diez valiosos ensayos que componen este libro.