Se esconde tras el título de Ensayos una serie de textos personalísimos publicados por Nataliza Ginzburg en la prensa italiana entre 1968 y 1990. Según su propio testimonio, consideraba estos escritos como "algo parecido a un diario", pues consignaba en ellos "todo lo que recordaba o pensaba". Ahora que está tan de moda hablar de la elasticidad de los géneros literarios, podríamos decir que en la resonancia de este volumen se trenza de un modo multiforme la historia política y cultural italiana de las últimas décadas del siglo XX . Sin embargo, Ginzburg no pretende ser la conciencia crítica de una sociedad, sino detenerse en algunos de esos momentos que marcan el curso de una existencia.

Nadie mejor que Natalia Ginzburg (1916-1991), hija del biólogo Giuseppe Levi, casada con el crítico literario y conocido antifascista Leone Ginzburg, cofundador de la editorial Einaudi con Giulio Einaudi y Cesare Pavese, para documentar, desde la cima de una inteligencia acerada, un tiempo en el que la lupa irá descendiendo hasta lo más cercano, quedando la Historia con mayúsculas en la periferia. La autora de Léxico familiars o Querido Miguel, traductora y colaboradora ella también durante muchos años de la prestigiosa editorial Einaudi, vivió el confinamiento de su marido en 1940 al estallar la guerra, consiguió vivir escondida con sus hijos durante un tiempo y pudo ver la liberación de Leone por el armisticio, hasta que meses más tarde fue identificado como judío y antifascista y trasladado a la zona alemana de la cárcel de Regina Coeli. Murió torturado en prisión, en 1944. En el poema No podemos saberlo, recogido en este volumen, narra Natalia ese desgarramiento.

¿Cuáles son las otras historias que nos cuenta Ginzburg? Sus complicidades literarias, amigos, su experiencia editorial, su frustrado psicoanálisis se ponen aquí al servicio de algo más profundo: su mirada sobre la corriente subterránea de la experiencia humana. Junto a películas amadas de Fellini o Pasolini, reseñas literarias o reflexiones éticas se desenvuelve un escenario habitado por fisonomías trazadas con justicia de protagonistas ilustres: Pavese, Calvino, Einaudi... Ortega habló de "lo sensible" como el resultado de una complicada labor oculta. La escritura transparente de Ginzburg guarda en sí el mecanismo de una inteligencia sensible muy alejada de lo sensiblero o sentimental.