Image: Innovación. Perspectivas para el siglo XXI

Image: Innovación. Perspectivas para el siglo XXI

Ensayo

Innovación. Perspectivas para el siglo XXI

Varios Autores. Fundación BBVA. Madrid. 2011. 390 páginas, 20 euros

8 julio, 2011 02:00

Laboratorio tecnológico en en el País Vasco


En un país en el que todavía resuena con fuerza el unamuniano "que inventen ellos", la aparición de un texto denso y articulado en torno a la innovación merece atención inmediata. El cuidado volumen que sale ahora a la calle en tapa blanda llega precedido por una edición "hardcover" que el BBVA lanzó hace escasos meses.

Innovación. Perspectivas para el siglo XXI forma parte, como escribe Francisco González en el primero de los veinticuatro textos de este recopilatorio, de una serie de monografías anuales, editadas por su banco, sobre las grandes cuestiones que están condicionando y modelando el siglo XXI. Esta tercera entrega de las citadas monografías se debe a veintisiete especialistas de reputación mundial cuyas contribuciones están agrupadas en cinco grandes apartados. En el primer bloque, Pentland y van der Leeuw presentan en sus artículos la dinámica de la evolución de la innovación hasta convertirse hoy día en un requisito esencial para el desarrollo de las sociedades postindustriales. Ambos autores afirman que un sistema educativo que nos aleje del pensamiento reduccionista está en la base de una sociedad creativa.

En el segundo bloque de artículos, el destinado a indagar los aspectos institucionales de la educación, destaca la contundencia con la que el japonés Hiroyuki Itami afirma: "La innovación es el motor del progreso de nuestra sociedad. Podemos definirla como una alteración drástica de la vida de las personas causada por la introducción de nuevos productos". Desde su punto de vista, innovar es algo que va más allá del mero inventar. Innovar es provocar cambios tanto en la vida individual como social.

En este segundo apartado el texto de Edward Lorenz y Bengt-Aake Lundvall merece una especial reflexión. De entrada el título de su trabajo pone en alerta al lector español: "Mapa de la creatividad en la Unión Europea". Apoyados en los trabajos de Richard Florida (su obra básica está traducida al español), destinados a averiguar cómo lo que él denomina la clase creativa genera nuevas formas significativas, tratan de establecer las bases culturales o sistémicas de la creatividad. Lorenz y Lundvall señalan, apoyados en su minuciosa investigación, que en la Unión Europea a 27 (UE-27) los países con mayor capacidad de innovación son los escandinavos. Junto a ellos, los Países Bajos y Malta. En la cola España, Grecia, Italia, Chipre, la república Checa, Hungría, Lituania, Polonia, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía. En el caso español la ineficiencia de su sistema educativo tiene mucha relación con nuestra escasa "clase creativa".

El tercer apartado presenta la innovación desde la perspectiva de las organizaciones. Busca analizar el modo en que se producen las innovaciones y de qué manera las nuevas ideas se pueden transformar en nuevos productos o servicios. El texto en el que Frank Moss muestra el funcionamiento interno del MIT Media Lab, creador de un estilo de investigación que ha impulsado como pocos centros en el mundo las nuevas tecnologías, merecería la atenta lectura de mucho "patrón" empresarial y, por supuesto, de nuestros rectores universitarios.

El cuarto y breve bloque estudia algunas aplicaciones de la innovación en países emergentes. Por último, en un libro producido por un banco global no podía faltar un apartado dedicado al papel de la innovación en el sector servicios y en el financiero. Ian Miles pone de relieve en su contribución la necesidad de analizar los procesos de innovación en "el sistema producto-servicio". Para ello se hace necesario conocer mejor el efecto de las nuevas tecnologías en las instituciones sociales y sus reglamentaciones. Al mismo tiempo deberían conocerse las distintas tipologías de clientes y estudiar las interacciones que se producen entre ellos.

Destacan en este último bloque por su actualidad y sinceridad los artículos de Robert E. Litant y de Xavier Vives. El primero hace referencia al cambio que se ha producido en la percepción del público respecto de la innovación financiera. Señala que desde la Gran Recesión del 2007 se le han achacado culpas a la innovación financiera que en realidad no le corresponden. Vives añade matices y considera que la innovación financiera es indispensable para el crecimiento económico pero a con dición de contar con mecanismos de regulación.

En plena crisis, España debe atreverse a innovar. Este libro pone su granito de arena.