Ensayo

Cleptopía. Fabricantes de burbujas y vampiros financieros en la era de la estafa

Matt Taibbi

20 enero, 2012 01:00

Sede de la compañía Lehman Brothers en Nueva York en los días de septiembre 2008 en que entró en suspensión de pagos

Trad. de P. Bustinduy. Lengua de Trapo. 400 páginas, 20'80 euros

Para keinesianos de izquierda y neomarxistas la crisis económica que comienza entre los últimos meses de 2007 y el comienzo de 2008 es una conse- cuencia estructural del desarrollo del capitalismo. La brutal crisis de 1929 y la actual tienen en común, para autores como Gérard Duménil, que derivan de las maniobras del poder del dinero para aumentar sus ingresos. Desregulación financiera y globalización serían los dos ejes con los que el neoliberalismo marcaría su terreno de juego. Un espacio en el que el capitalismo estaría aliado con las altas jerarquías de los sectores financieros, los gerentes de las grandes entidades y, utilizando la terminología marxista, los cuadros. Agotado el movimiento obrero y exhausta la socialdemocracia que inicia su andadura tras la II Guerra Mundial, la crisis actual sería la crisis de la globalización y del sistema neoliberal. A grandes rasgos este es el horizonte cognitivo con el que un periodista político, Matt Taibbi (Nueva York, 1970) le pide a su revista, la influyente Rolling Stone, autorización para escribir un largo artículo, sobre la crisis económica que comienzan a sufrir los Estados Unidos. Corre la primavera de 2008 y el comportamiento de los mercados empieza a preocupar a mucha gente. Como señala Pablo Bustinduy en el prólogo de Cleptopía, Taibbi ha escrito un libro que en realidad no le correspondería. Pero la carencia se ha convertido en su virtud. Sin ser economista ni estar en la burbuja financiera, ha tenido la libertad y el coraje de desnudar la perversa maquinaria que ha engendrado la crisis actual. En su primer reportaje de 2008 para Rolling Stone, Taibbi percibe, con sorpresa, que el banco de inversión Goldman Sachs es el epicentro del desastre. Con una narrativa a su favor en todos los medios de comunicación, con el apoyo del objetivismo de Ayn Rand y de un personaje de las finanzas como Alan Greespan, Golman Sachs era visto como una alianza de riqueza y poder con valor social. Taibbi lo ve de otra manera y su empeño es llevar al lector al otro lado de la Luna, el que nunca vemos pero está. La investigación emprendida por Taibbi entre 2008 y otoño de 2010 se plasma en un escenario que denomina cleptopía, paraíso para los ladrones, para designar el territorio creado por el sistema financiero norteamericano. El lector queda sobrecogido casi desde la primera página cuando lee afirmaciones como ésta: "Goldman no es una compañía de genios, es una compañía de criminales. … un parásito que vive del Gobierno y los contribuyentes de los Estados Unidos, chupándonos la sangre sin vergüenza ninguna". La ácida crítica con la que Taibbi describe Wall Street , el "capitalismo salvaje de matar-o-morir" y la actuación de los gobiernos de las administraciones Bush y Obama llega al lector español avalada por una crítica norteamericana muy positiva. Time, The Washington Post, The New York Times o Seattle Post no son precisamente periódicos de izquierda. Sin embargo, han acogido con interés esta desoladora perspectiva de un sistema financiero que también especula en los mercados de alimentos o de salud. Eso sí, sobra el insulto personal con el que Taibbi adjetiva los nombres y apellidos que pueblan este volumen.

Para keinesianos de izquierda y neomarxistas la crisis económica que comienza entre los últimos meses de 2007 y el comienzo de 2008 es una consecuencia estructural del desarrollo del capitalismo. La brutal crisis de 1929 y la actual tienen en común, para autores como Gérard Duménil, que derivan de las maniobras del poder del dinero para aumentar sus ingresos. Desregulación financiera y globalización serían los dos ejes con los que el neoliberalismo marcaría su terreno de juego. Un espacio en el que el capitalismo estaría aliado con las altas jerarquías de los sectores financieros, los gerentes de las grandes entidades y, utilizando la terminología marxista, los cuadros. Agotado el movimiento obrero y exhausta la socialdemocracia que inicia su andadura tras la II Guerra Mundial, la crisis actual sería la crisis de la globalización y del sistema neoliberal.

A grandes rasgos este es el horizonte cognitivo con el que un periodista político, Matt Taibbi (Nueva York, 1970) le pide a su revista, la influyente Rolling Stone, autorización para escribir un largo artículo, sobre la crisis económica que comienzan a sufrir los Estados Unidos. Corre la primavera de 2008 y el comportamiento de los mercados empieza a preocupar a mucha gente.

Como señala Pablo Bustinduy en el prólogo de Cleptopía, Taibbi ha escrito un libro que en realidad no le correspondería. Pero la carencia se ha convertido en su virtud. Sin ser economista ni estar en la burbuja financiera, ha tenido la libertad y el coraje de desnudar la perversa maquinaria que ha engendrado la crisis actual.

En su primer reportaje de 2008 para Rolling Stone, Taibbi percibe, con sorpresa, que el banco de inversión Goldman Sachs es el epicentro del desastre. Con una narrativa a su favor en todos los medios de comunicación, con el apoyo del objetivismo de Ayn Rand y de un personaje de las finanzas como Alan Greespan, Golman Sachs era visto como una alianza de riqueza y poder con valor social. Taibbi lo ve de otra manera y su empeño es llevar al lector al otro lado de la Luna, el que nunca vemos pero está.

La investigación emprendida por Taibbi entre 2008 y otoño de 2010 se plasma en un escenario que denomina cleptopía, paraíso para los ladrones, para designar el territorio creado por el sistema financiero norteamericano. El lector queda sobrecogido casi desde la primera página cuando lee afirmaciones como ésta: "Goldman no es una compañía de genios, es una compañía de criminales. … un parásito que vive del Gobierno y los contribuyentes de los Estados Unidos, chupándonos la sangre sin vergüenza ninguna".

La ácida crítica con la que Taibbi describe Wall Street , el "capitalismo salvaje de matar-o-morir" y la actuación de los gobiernos de las administraciones Bush y Obama llega al lector español avalada por una crítica norteamericana muy positiva. Time, The Washington Post, The New York Times o Seattle Post no son precisamente periódicos de izquierda. Sin embargo, han acogido con interés esta desoladora perspectiva de un sistema financiero que también especula en los mercados de alimentos o de salud. Eso sí, sobra el insulto personal con el que Taibbi adjetiva los nombres y apellidos que pueblan este volumen.