Image: Memoriales y cartas del conde-duque de Olivares (I). Política Interior 1621-1645

Image: Memoriales y cartas del conde-duque de Olivares (I). Política Interior 1621-1645

Ensayo

Memoriales y cartas del conde-duque de Olivares (I). Política Interior 1621-1645

J.H. Elliott, J.F. de la Peña y F. Nagredo (eds.)

28 febrero, 2014 01:00

El conde-duque retratado por Velázquez

Centro de Estudios Europa Hispánica - Marcial Pons. Madrid, 2013. 450 páginas, 40 euros

Desde hace bastantes años, tanto en mis visitas a las librerías de viejo como en la consulta de sus catálogos, he buscado ávidamente el tomo segundo de la edición de Alfaguara de los Memoriales y cartas del conde-duque. En su momento había comprado el primero y huelga decir que nunca conseguí el otro. De hecho, la vieja edición, publicada en 1978 y 1981 y pronto agotada, era uno de los libros más demandados por los lectores de historia, lo que justifica plenamente la nueva que ahora se nos ofrece. En los más de treinta años transcurridos entre ambas ha progresado notablemente nuestro conocimiento del conde-duque de Olivares y sus años de gobierno, en buena parte gracias a la aparición de diversas obras de sir John H. Elliott, pero también por los estudios de numerosos historiadores españoles.

La edición original era anterior a los dos grandes libros de Elliott sobre el personaje: Richelieu y Olivares y El Conde-Duque de Olivares. El político en una época de decadencia, lo que le otorgaba una novedad que ahora, obviamente, no tiene, pero no disminuye su valor porque conserva el esencial de los propios textos del conde-duque, editados además -como entonces- con todo cuidado y detalle, lo que incluye estudios introductorios generales y particulares, además de referencias bibliográficas actualizadas. Lamentablemente, ya no está con nosotros José Francisco de la Peña, coautor con Elliott de la edición original, por lo que se ha incorporado a la ardua y exigente tarea de búsqueda y edición de los textos Fernando Negredo del Cerro. Otra novedad es la reunión de los dos tomos en uno -aunque a costa de disminuir el tamaño de la letra-. Al igual que entonces, se anuncia un tomo más, dedicado a la correspondencia entre el conde-duque y el cardenal infante don Fernando de Austria, inédito hasta ahora por diversas vicisitudesy que constituirá -es de esperar que en breve- el segundo de la presente edición.

Los textos que se presentan son los mismos de la primera versión, con el único añadido de un nuevo documento: las instrucciones de Olivares a su yerno el duque de Medina de las Torres, escritas en 1624. Se ha cambiado también algún texto por otra versión más fidedigna, ante el gran problema de fondoque afecta a la documentación del conde-duque: la desaparición de la mayor parte de sus archivos -muchos de ellos, que pasaron a la casa de Alba, perecieron en los incendios del palacio de Buenavista de finales del siglo XVIII- y la necesidad, en consecuencia, de basarse en algunos, pocos, documentos originales dispersos y sobre todo en copias de los siglos XVII y XVIII. Todo ello hace especialmente difícil la labor de localización y edición, con la imprescindible confrontación entre copias y la elecciónde la más fiable.

Los memoriales y cartas del conde-duque suponen una documentación de enorme importancia dado el relieve del personaje, sin duda alguna el principal político español del siglo XVII, con su caudal de iniciativas y propuestas reformistas, empeñado dos objetivos difíciles de conciliar: la restauración del prestigio y la grandeza del monarca, que implicaba el mantenimiento de una política de hegemonía obligada a la guerra, y la prosperidad de sus territorios, especialmente la Corona de Castilla, que soportaba de forma desproporcionada -y seguiría haciéndolo- el peso fiscal y militar de tal política. Esta y otras contradicciones llevaron al fracaso del conde-duque, pero no conviene olvidar que un personaje coetáneo como el cardenal Richelieu se enfrentó también a grandes dificultades y oposiciones, y solo el triunfo en la guerra hizo que pasara a la posteridad como uno de los grandes fundadores del estado en Francia. Si la suerte de las armas le hubiera sido favorable -lo que no estuvo tan lejos de ocurrir- seguramente las tornas hubieran cambiado en beneficio del valido español. En cualquier caso, son los escritos de un personaje imprescindible para entender aquel periodo apasionante de nuestra historia.