En un bosque de hoja caduca
Gonzalo Moure
28 septiembre, 2006 02:00Estos aspectos han preocupado a Moure de tal modo que en su última novela no sólo apreciamos ciertos cambios estilísticos sino también que su interés por la estructura narrativa y la voz del narrador, por prescindir de los adjetivos calificativos y en último término por desvelar los motivos por los que alguien escribe lo llevan a incorporar dentro de la narración sus ideas sobre estos asuntos. El resultado no deja de ser paradójico. Si bien es cierto que agradecemos una prosa que renuncia al uso indiscriminado de símiles, excluye las fórmulas y consigue un tono íntimo, honesto y cercano al lector, también es verdad que muchos de aquellos pasajes que reflexionan sobre la escritura se vuelven muy pesados, artificiosos y prescindibles. Por esta razón lo mejor conseguido en la novela es el cuento que sirve de trasfondo y que funciona por sí mismo.