Ilustraciones de K. Millard. Edelvives, 2006. 94 págs, 6'8 e. (A partir de 8 años)
Es posible que la madurez de un género se aprecie mejor en aquellas obras sin mayores pretensiones, sinceras, bien planteadas, que en los libros que destacan por su extraordinario nivel. En la oferta editorial actual no es tarea fácil encontrar una obra bien escrita e ilustrada, que se aproxime al niño sin intenciones didácticas predeterminadas y, en cambio, se concentre en el simple y complejo acto de contar bien una historia. Un arca de Noé en el parque no es una novela excepcional pero sí es honesta, divertida, cercana y bien construida. El argumento no es novedoso pero consigue atrapar, resulta fluido, no menosprecia al niño y propicia una lectura acentera. Las ilustraciones apuestan por un trazo dinámico y aportan al texto elementos descriptivos, de énfasis o de humor que enriquecen el libro. En definitiva, nos encontramos con una novela elaborada con cuidado que tiene méritos suficientes (a excepción de su incoherente portada) y puede ganarse al lector infantil.