Cuando una rana encuentra una corona ¿se convierte automáticamente en reina? ¿Acaso esto sucede porque es la que mejor hace todo y el resto debe rendirle servidumbre? Preguntas así empiezan a rondar la cabeza de los súbditos cuando, por puro accidente, ven a su majestad emerger del estanque sin su tiara. Un precioso álbum poblado de detallistas ilustraciones sobre el universo batracio en el que, además del placer por el libro bien editado, se nos animará a reflexionar sobre las obligaciones que conlleva ser reina, además de cuestionar la imposición del poder para la feliz convivencia del grupo.
Una buena ocasión para que grandes y pequeños recapacitemos acerca de tantas situaciones injustas que la costumbre nos ha hecho incuestionables.