Un increíble universo de posibilidades se abre cuando, en plena descarga del transbordador, los operarios del puerto encuentran una enorme caja abandonada sin remitente ni destinatario alguno. A partir de entonces, el apacible escenario se empieza a poblar con un sinnúmero de curiosos personajes que reclaman la propiedad del cajón, elucubrando los contenidos más variopintos: que si un vestido carmesí para la altiva señora, un oso panda para el niño tajante o un gran arsenal de armas según la versión del soldado. Todo un derroche acumulativo por el que el pequeño lector participará de este juego de sugerentes hipótesis, a través de las enormes páginas ilustradas del presente álbum que, en texto rimado y con un atrezo de lo más heterogéneo, sostiene la intriga hasta el sorprendente desenlace.