Los pelos de Lena parecen tener vida propia. Esta mañana en la escuela se han convertido en pequeños signos de interrogación, ya que su abuela cumple cien años y no sabe qué regalarle. Un juego de la wii o una excursión son algunas propuestas que se irán descartando en el momento que Lena cuente a sus compañeros la aventura vivida por la anciana cuando solo era una niña. En aquellos tiempos se desencadenó una terrible guerra que la forzó a huir a Francia, obligándola a dejarlo todo y llevar consigo un único juguete. ¿Adivinan cuál fue el elegido? Un homenaje a la lectura como el más fabuloso regalo que cualquiera pueda soñar, complementado por infinidad de imaginativos dibujos que combinan el color con el blanco y negro para marcar el contraste entre pasado y presente.