No siempre somos conscientes de que el sencillo gesto de irnos a dormir implica un viaje solitario hacia lo desconocido, y que este incierto territorio de los sueños se puede hacer especialmente pantanoso si nos metemos en la piel de un bebé que todavía no termina de distinguir el sueño de la vigilia. Por eso resulta especialmente expresivo el enfoque de la autora italiana, que recrea en este pequeño álbum los preparativos de un bebé antes de meterse en la cuna y emprender la marcha. El ritual de pasos que implica prepararnos siempre a la misma hora, meter en la maleta el bibe, el muñeco y el chupete, o las necesarias despedidas antes de partir se convierten en una suerte de pilares que afianzan la seguridad del protagonista y le conjuran contra cualquier miedo. Un libro que actúa como bálsamo y que seguro conquistará con sus entrañables dibujos a los primeros lectores que se asomen a él.