Novela

Un ambiente extraño

Patricia D. Cornwell

24 enero, 1999 01:00

Traducción de Daniel Aguirre. Ediciones B. Barcelona, 1998. 352 paginas, 2.500 pesetas

La doctora Scarpetta es el principal hallazgo novelístico de Cornwell: un personaje arisco y empecinado, íntegro hasta extremos de
autosacrificio y de una desasosegante melancolía

S i algo llama la atención en las novelas de Patricia D. Cornwell es su pericia literaria y encanto para captar al lector de clase media intelectual que le exige al "best-seller" policíaco escritura de calidad, un caso inquietante y personajes elaborados, como la doctora Scarpetta -forense jefe del estado de Virginia y asesora de FBI-; el principal hallazgo novelístico de Cornwell: un personaje arisco y empecinado, íntegro hasta extremos de autosacrificio y de una desasosegante melancolía, consecuencia de su macabra relación con la muerte violenta y su autopsia. Sus conocimientos técnicos, la meticulosidad con la que analiza tejidos, vísceras y huesos y se entrega, más allá del deber, para interpretar los signos de un cuerpo mutilado e infectado por un virus letal, con peligro de su vida, le confieren un aura martiriológica, esencial para una identificación positiva y generar confianza en su argumentación de hermenéuta que interpreta y dota de sentido los signos del mal. Así pues, son varias las novedades que ofrece Un ambiente extraño: la investigación virtual de la doctora Scarpetta sumergiéndose en el entorno cibernético a partir de una fotografía enviada por el asesino vía e-mail; el tradicional sistema deductivo ayudado por la realidad virtual y la exploración por el ciberespacio. La utilización del "chat" de Internet para dialogar con el asesino, y, por último, los procesos de altísima tecnología en las investigaciones virológicas, nudo en forma de peligro biológico de dimensiones escalofriantes. En este punto encontramos los tópicos más actuales, ya sea por la dimensión apocalíptica del peligro como por la utilización estereotipada de las ya espectaculares apariciones de helicópteros, histeria de focos en la noche, desembarco de policías enfundados en trajes de extraterrestres, típica de la estética de Spielberg. Aspectos miméticos que con-
trastan con el tono melancólico y cadencioso de la narración, las cultas y sombrías reflexiones de la doctora Scarpetta, levemente didácticas, ya que son muchos los tec-
nicismos médicos forenses que utiliza y debe hacerlos verosímiles sin pedanterías, tratando de captar al lector ingenuo y conservar al lector "midcult" que admira la calidad del serial.
En cuanto al reiterado asesino múltiple, constatar su falta de consistencia y el imperio de la nefasta moda del "psychokiller" en su vertiente apocalíptica un tanto cogida por los pelos. Más que del clásico delirante paranoico justiciero, cuyo precedente más antiguo hay que buscarlo en el esquizofrénico Mr. Hyde inventado por Stevenson, se trata de un sádico desquiciado. De todas maneras, la moderna literatura etiquetable como "thriller-killer", basa sus espectativas aterrorizantes en la conversión de lo excepcional en horror cotidiano: enfermedades víricas, plagas de dimensiones bíblicas y asesinos nacidos para descuartizar de forma ritual, sin responder a una experiencia de la adversidad. De modo inverso a como Freud planteaba la aparición de "lo siniestro", como lo familiar vuelto extraño. La novela de Patricia D. Cornwell se inscribe en la ficción científica, más cercana a Pánico en las calles que a Estallido y, argumentalmente, sigue los patrones de la muy interesante Una investigación filosófica de Philip Kerr, que la precede temática y genéricamente. En ella también encontramos a una mujer policía y a un psicópata desquiciado, que se hace llamar "Wittgenstein", se infiltra sibilinamente en el sistema informático del gobierno y atrapa en un delirio a dúo a la policía hasta la resolución final del caso, cierre siempre decepcionante, mal resuelto en el caso de Un ambiente extraño, ya que en cuanto la previsibilidad aparece en el horizonte de expectativas, se disipa la intriga como pura entropía.