Novela

Proyector de luna. El 27 y el cine

Román Gubern

24 octubre, 1999 02:00

Anagrama. Barcelona, 1999. 505 páginas, 2.900 pesetas

Gubern era la persona idónea para ofrecernos esta visión de conjunto, el libro de obligada referencia sobre el tema. Su perspectiva no es literaria, sino cinematográfica

P ese a la bibliografía abundante sobre algunos miembros de la llamada "generación del 27" y sus experiencias directas o indirectas con el Séptimo Arte, faltaba el libro capaz de sintetizar la fecunda relación que se estableció entre la literatura y el cine. Román Gubern, bien conocido por libros teóricos e históricos anteriores, era la persona idónea para ofrecernos esta documentada visión de conjunto, el libro de obligada referencia sobre el tema. Su perspectiva no es literaria, sino cinematográfica. En su exposición facilita detalles técnicos y conocimientos directos de la mayor parte de los filmes que han logrado sobrevivir y que ha podido visionar aquí o en los EE.UU., ya que trabajó también como investigador en el MIT y ha sido profesor de Historia del Cine en la Universidad del Sur de California, en Los ángeles, y en el California Institute for Technology (Pasadena). Sin embargo, las abundantes referencias literarias son las oportunas y utiliza la bibliografía más reciente. Manifiesta un excesivo respeto, pese a que cuestione la denominación de "generación del 27", aunque, de hecho, los nombres barajados exceden a los de los poetas considerados habitualmente como integrantes del "grupo". Descubriremos también algunos nombres del panorama literario y artístico catalán que enriquecen el panorama. Tampoco podían faltar alusiones a escritores o artistas de promociones anteriores. Valgan, por ejemplo, la adaptación del Zalacaín, de Pío Baroja al cine o la inevitable referencia, muy de paso, a Blasco Ibáñez. Las "generaciones" no viven en una campana de cristal.

El autor es consciente de la fragilidad de la denominación generacional cuando advierte que "habían pasado sólo tres años de la eufórica explosión que supuso el homenaje a Luis de Góngora, que dio nombre a la generación del 27, y el optimismo renovador parecía estar cuarteándose. En realidad, la eclosión del 27 había constituido sólo un episodio [...] de la victoria de la modernidad europeizante sobre la tradición en la vida cultural española". Pero el libro de Gubern aclara la complejidad del fenómeno estético y la mezcla de ideologías en el fecundo período de los años 20 y 30. El núcleo fundamental del estudio lo constituye el detallado análisis de las sesiones del "Cineclub español" (págs. 279-378). No se ahorran detalles en el análisis de cada filme proyectado en sus 21sesiones y de sus repercusiones y significación. Desde sus inicios advertimos la decisiva influencia de Buñuel, colaborador de Giménez Caballero, hasta la última sesión, el 9 de mayo de 1931, cuando se proyectó "El acorazado Potemkin" (1925).

El libro se inicia con las relaciones entre la vanguardia y el cine. Y no podía dejar de mencionar, por consiguiente, la influyente figura de Ramón Gómez de la Serna, quien, por ejemplo, el 26 de enero de 1929 "presentó con la cara embadurnada de negro, El cantor del jazz", en la segunda sesión del Cineclub. También en su tertulia del café Pombo se hablaba de cine. El autor documenta ya en 1911 referencias explícitas de Ramón al cinematógrafo y en su novela El incongruente (1922) observa, tras entrar en la sala de cine, que el protagonista de la pantalla es él mismo y que su compañera en ella se encuentra sentada a su lado. Al año siguiente publicaría Cinelandia. Convendrá considerar, asimismo, su relación con Buñuel, así como sus guiones.

El análisis de las aportaciones de Dalí nacen de sus conceptos presurrealistas: como el concepto de "lo putrefacto". Su papel en el desarrollo del cine experimental de Buñuel, así como el de Pepín Bello o el de la Residencia de Estudiantes constituyen ejes vertebradores del libro. Acepta Gubern la existencia de un "surrealismo español", pese a que sus posibles cultivadores se diferencian esencialmente de lo que fue el cenáculo francés bretoniano, incluso la tardía y tan atractiva "facción surrealista de Tenerife". Lo que llegará hasta aquí serán sus efluvios. Sin embargo, Dalí, Miró y Buñuel deben entenderse como casos singulares. Destaca, asimismo, el papel de la vanguardia cinematográfica española, entre la que descubriremos nombres como el de Sabino Antonio Micón, de quien se transcribe la planificación de su Historia de un duro o el de Sobrevila, con El sexto sentido. Sitúa estos y otros trabajos en su contexto con una exhaustiva documentación. Se analiza el papel trascendental de Giménez Caballero, desde su revista y desde su actividad como fundador del Cineclub. En las sesiones públicas (relevante resulta, asimismo, la nómina de sus financiadores) aparecerán los primeros "tontos" de Alberti, que inspirarán el libro que ha reconstruido Morris recientemente y del que Gubern ofrece todas las fuentes cinematográficas. Asimismo, podemos advertir, detalles sobre la recepción de todos y cada uno de los filmes proyectados que Gubern identifica (salvo alguna excepción) y sitúa. Significativa es la noticia del encuentro entre Buster Keaton y José Mª Hinojosa en agosto de 1930, rectificando la información de Aranda. Definitivas serán las páginas dedicadas al génesis, problemas, análisis y recepción de "Un chien andalou", de Buñuel, situado en su contexto histórico y cultural, así como el análisis del guión de Lorca, "Viaje a la luna", descubierto recientemente y rodado en dos versiones, que puede entenderse como réplica al filme de Buñuel, en el que se sentía aludido. Tal vez, dada la fecha de composición (diciembre de 1929 - febrero de 1930) hubiera podido relacionarse con la idea lorquiana de editar su poemario de Nueva York acompañado de postales y fotografías y que Gubern no menciona. En todo caso, Lorca cierra el periplo que se abre con Gómez de la Serna. Muchos son los nombres aludidos y los análisis de las obras del cine de investigación estética y del comercial que aparecen en este libro decisivo para los amantes de la poesía, del arte y especialmente los del cine.