Novela

Juego nocturno

Raj Kamal Jha

5 diciembre, 1999 01:00

Traduc. de G. Niño de Guzmán. Tusquets. 195 págs., 1.900 ptas. 195 páginas

No encontrará el lector en este libro los tópicos con los que asociamos a Calcuta. Leyendas y ficciones de ensueño están desterradas en estos Juegos Nocturnos donde Kamal Jha (1966) describe el fracaso vital de un solterón que ha pasado la juventud buscando a su hermana, la otra mitad de sus añorados juegos en las calurosas noches, donde la colcha azul, el ventilador y los escarceos sexuales marcaron definitivamente su vida, tronchada en el momento en que su hermana huye de la casa.

Una llamada telefónica en la alta madrugada le anuncia el nacimiento de su sobrina y la muerte de la madre de la niña (su hermana), que sólo dejo su nombre y su número como referencia. A partir de este trance crucial, el hombre se lanza a la difícil misión de contar sus vidas y con ellas, la de una ciudad carcomida por los monzones y la miseria. Es sorprendente la imbricación que logra este novelista al trenzar la manera tradicional de los narradores indios con las técnicas de la mejor literatura occidental, para entregarnos un producto de buen acabado, sin excesos dramatúrgicos ni efectismos. Enlazando juegos espacio-temporales, va y viene el autor del pasado al presente, sin perder la idea central: instruir a la recién nacida sobre sus orígenes. Las historias de una infancia rota por sucesos difíciles de asimilar sin estremecernos de impotencia.

Junto a su compatriota Kiran Desai (Alboroto en el guayabal), Raj Kamal Jha forma un dúo de sangre joven, mujer y hombre acercándose a un mundo y una cultura casi siempre distorsionada por el exceso de fantasía con que ha llegado hasta nosotros. El final de esta novela termina por sorprendernos a pesar de que durante todas las secuencias de la trama nos va dejando pistas suficientes para no tomarnos desprevenidos. Por tanto, dejaremos al lector que descubra por sí mismo el caudal de fuerza y naúseas que pueden esconderse en cualquier literatura.