Traducción de M. D. Bueno. Seix Barral, 2002. 572 páginas, 19 euros
La versión cinematográfica de Esperando un respiro popularizó a la afroamericana Terry McMillan, en nuestro país. Se trataba sin embargo de una autora de culto en los Estados Unidos. Un día más y un dólar menos trata el mismo tema de obras anteriores, el de la insatisfacción. El marco referencial es la familia Price. Corre 1994 y Viola Price, Vy, la madre, a punto de cumplir 55 años, ha sido ingresada por tercera vez en dos años a causa de su asma. En su vida ha cometido dos errores, "casarme con el primer hombre que fue amable conmigo... [y] salir de la escuela a los 16 años para tener un bebé". Después vendrían otras dos niñas y un niño. La vida con su marido ha tenido más momentos agrios que dulces, pero las cosas fueron empeorando hasta que cansada de las infidelidades decidió separarse. La vida de sus hijos no ha sido mucho mejor. Paris, la mayor, recuerda, por su soledad tras el divorcio, a las protagonistas de Esperando un respiro. Charlotte debió enfrentarse a la infidelidad de su marido; Janelle enviudó y su actual marido abusa de la hija de su primer matrimonio; Lewis es la oveja negra de la familia, con sus continuos problemas con el alcohol y la justicia. Todos los resquemores acumulados salen a la luz cuando los hijos y el marido acuden a visitar a la madre, pero lo que al principio se antoja como un conflicto de imposible resolución irá apaciguándose, hasta que Vy ha fallecido y se leen las cartas que envió a sus hijos y esposo. No se trata de una resolución adulcorada; en este caso, explotar la veta trágica hubiera resultado mucho más sencillo.
McMillan muestra cómo cualquier etiqueta, en este caso mujer y negra, queda vacía de contenido cuando nos encontramos ante una buena novela que trasciende cualquier límite restrictivo, lo que se traduce en una visión mucho más general, globalizadora y total de la realidad. Si algo demuestra esta novela es que las relaciones humanas, familiares a fuerza de ser concretos, son mucho más complejas, plurales e intrincadas que lo que podamos ver desde nuestra óptica personal.