No te muevas
Margaret Mazzantini
30 octubre, 2003 01:00Margaret Mazzantini
Un cirujano competente escribe sin decirlo una larga carta a su hija adolescente que se encuentra entre la vida y la muerte tras sufrir un accidente de moto. El golpe que Angela recibe en su cabeza le sirve al padre para desenterrar la historia de su vida y realizar un peculiar descargo de conciencia. La realidad y la apariencia han convivido sin estorbarse en la vida de Timo. Ahora la gravedad del estado de Angela debería desen- cadenar la catársis: la revelación de la verdad de una vida. Timo vive instalado en su prestigio como médico, en el bienestar material, en el matrimonio con una mujer bella y brillante, en la expectativa en teoría feliz del nacimiento de su hija, cuando descubre que todo su mundo no deja de ser una farsa monstruosa. Un día se encuentra con una mujer y de repente la agrede y la viola, iniciando no obstante con ella una relación que comienza siendo de dominación erótica pero que termina en una unión espiritual tan intensa como imposible. Pero el personaje de Timo no es creíble: no sabe por qué se confiesa ante su hija, ignora cómo aliviar todo el daño que está haciendo a cuantos le rodean, no se hace preguntas, se limita a hacer tiempo (p. 159) y espera que el curso de los acontecimientos le permita seguir dando rienda suelta a su vulgaridad e indiferencia.Precedida por un enorme éxito en Italia, donde ha recibido los mayores premios y honores, la novela de Mazzantini recupera el viejo esquema que opone una realidad burguesa aparentemente feliz pero en el fondo falsa y la vida de los bajos fondos, miserable pero tocada por la gracia de lo auténticamente humano. Por falso que sea, este maniqueísmo nos permite entrever el grado de corrupción moral al que ha llegado la sociedad llamada de consumo pero nos impide entrar en el terreno de lo propiamente literario.
La Mazzantini, que por cierto ha escrito un primer capítulo magistral pero engañoso, ya que de ninguna manera se continúa ni en tono ni en la potencia descriptiva en el resto de la novela, se adentra sin captar su verdadero alcance en la naturaleza de aquello que Vattimo ha denominado el ultrahombre contemporáneo: es decir el allien, un ser que no está por encima del bien y del mal sino que empieza a parecerse otra a cosa, a algo más allá de lo que hasta ahora habíamos entendido con la expresión especie humana.