El anillo
Jorge Molist
13 mayo, 2004 02:00Jorge Molist. Foto: Martínez Roca
En 1118, los cruzados occidentales gobiernan Jerusalén bajo el mandato de Balduino II. Nueve caballeros, con Hugo de Payns a la cabeza, fundan una nueva orden de caballería destinada al servicio en Tierra Santa, los Templarios, a similitud de los ya existentes Caballeros del Santo Sepulcro. Durante los nueve años iniciales no ampliaron su orden, que estaba vinculada en Jerusalén a una antigua mezquita que se creía el original Templo de Salomón. En el Concilio de Troyes de 1128 se reconoció oficialmente la orden. Trágicamente desaparecida, sigue alimentando estudios, narraciones fabulosas y leyendas a lo largo de los siglos, alimentando un halo de misterio que resulta muy atractivo a todo tipo de lectores.Siguiendo el esquema tradicional de las novelas de aventuras, Molist recrea la búsqueda de un tesoro, el tesoro oculto de los Templarios en los antiguos territorios de lo que fue la Corona de Aragón. La acción comienza en el Nueva York posterior al 11-S, en la inmediata actualidad. Cristina, una joven abogada, triunfadora y snob, celebra su 27 cumpleaños en compañía de sus amigos y de su prometido. Recibirá, como en los cuentos, una prenda, pero en este caso por partida doble. Los dos anillos le acompañarán en su peripecia vital, que nos describe la narración. El brillante de su novio hará contrapunto a una misteriosa sortija que desencadenará el viaje a la Barcelona de sus orígenes. Se convierte así en el objeto mágico que provocará una acción sin pausas. Cristina, movida por ese anillo, se reencuentra con su primer amor, con las amistades de su adolescencia y con la búsqueda del tesoro de los Templarios que nos remite a la tradición más clásica de las novelas de aventuras. Utilizando como trasfondo histórico el acontecer de los templarios en el Mediterráneo, especialmente sus últimos años, como freno a la expansión marítima del Islam, Molist desarrolla una trama de intriga, de búsqueda detectivesca desarrollada por tres jóvenes, Cristina, Luis y Oriol, que rememoran su infancia y que replantean sus vidas, sus afectos, sus formas de ver el mundo.
Con una escritura eficaz en el planteamiento de la intriga, Jorge Molist atrapa al lector, que se transforma de nuevo en niño para dejarse llevar por la magia y el misterio de los hechos narrados: aventuras, acción, batallas, amoríos, crímenes y un anillo que circunda las vidas de unos personajes muy solventes en la acción y la intriga.