La sombra de Poe
Matthew Pearl
13 julio, 2006 02:00Matthew Pearl. Foto: Archivo
Todavía fresco el recuerdo de El Club Dante, ya podemos encontrar en librerías el segundo título del joven Matthew Pearl, La sombra de Poe. Y si los resultados del primero fueron satisfactorios -al menos económicamente-, ¿por qué cambiar la fórmula? Los nexos entre ambos títulos son tan numerosos como significativos y, si bien Pearl no logra sorprendernos como en la primera entrega, sí que va perfilando su particular modo de escribir.En este caso es Edgar Allan Poe el referente argumental de la obra. La atormentada y tormentosa vida de Poe terminó ahogada en alcohol en un tugurio de Baltimore cuando el autor de Ligeia tenía 40 años. Durante unos días nadie reconoció la identidad del vagabundo encontrado en la calle y son precisamente esos días que pasa Poe en Baltimore los que inquietan a Quentin Hobson Clark. Se trata de un joven abogado que mantuvo correspondencia con el propio Poe y ahora, 1849, asiste desolado al entierro de su autor. Todos convienen que un autor mediocre ha muerto a causa del alcohol, excepto Clark, quien sacrificará amor y profesión en busca de una respuesta convincente a las extrañas circunstancias que rodearon la muerte de Poe. Y su búsqueda le lleva a Francia; sospecha Clark que el personaje del detective Auguste Dupin, aquél que resolviera los asesinatos de la calle Morge, se basaba en una persona real, tal vez Monsieur Duponte, o el barón Dupin. Fuere el uno o el otro, se impone regresar a Baltimore para desentrañar cualquier secreto que Poe se llevara a su tumba.
Efectivamente, aunque no haya sido un tema capital para la crítica, se ha escrito en abundancia sobre los motivos que pudieron conducir a Poe hasta Baltimore cuando su destino era Filadelfia. La resolución es ciertamente imaginativa; tanto es así que para los amantes de Poe la lectura de esta novela quedará plenamente justificada por su conclusión. Pearl, como si se tratara de un ensayo en vez de una obra de ficción, incluso aporta datos -entiendo que verídicos- desconocidos hasta ahora sobre los últimos días de Poe en la ciudad portuaria. La estructura y argumento de la obra responde al modelo de novela de misterio; sin embargo, no es el misterio lo que más interesa sino la ambientación histórica de la costa este de los Estados Unidos de mediados del XIX. Es sobresaliente el rigor histórico con que Pearl aborda sus novelas.
Expone Clark ante el "jurado" en los primeros compases de la obra: "Una de las peculiaridades de la vida es que, por lo general, las historias de quienes ya no están entre los vivos son las que encierran la verdad…" y son esas historias paralelas las que más interesan. Y a fuerza de conocer la del propio Poe -desde la muerte de sus padres, los estudios en la academia militar de donde sería expulsado, y su muerte- incluso la del propio Clark es más interesante. Su obstinación por encontrar la verdad resulta admirable. Bien es cierto que en ocasiones, como al tratar de dirimir si es Mr. Duponte o el Barón Dupin el referente del primer detective literario, no llega a mostrarse totalmente resolutivo y nos encontramos ante una encrucijada sin que se nos proporcionen las herramientas para solventar el dilema. Pero éste no es sino un tema menor comparado con las virtudes que adornan La sombra de Poe.