Las viudas de los jueves
Claudia Piñeiro
27 septiembre, 2007 02:00Claudia Piñeiro. Foto: L. Vaca
Aveces son los bosques los que no dejan ver un árbol. Sería una lástima que la espesura del bosque editorial dejara en sombra un libro tan importante como Las viudas de los jueves, de la autora Claudia Piñeiro (Buenos Aires, 1960, premio Clarín de Novela 2005) Es una de esas historias en las que el concienzudo detalle de un microcosmos (la vida cotidiana de una elitista e hiperlujosa urbanización en las afueras de Buenos Aires en los tiempos revueltos de 2001) logra elevarse a categoría universal: a lúcida explicación del modo de vida contemporáneo y metáfora de un tiempo convulso e inseguro.Virginia, una agente inmobiliaria casada y con un hijo, forma parte de esa comunidad exclusiva de Altos de la Cascada, y será el vehículo de una narración llena de suspense que gira en torno a un terrible suceso ocurrido una noche de jueves de septiembre de 2001 en el chalé de ese personaje realmente logrado que es Tano Scaglia. El minucioso relato cruzado acerca de los matrimonios que conviven al margen del mundo, en esa urbanización protegida por barreras, alambres perimetrales, prejuicios de clase y hasta de raza, setos, cámaras y vigilantes, deriva en una honda reflexión acerca de la vulnerabilidad y la inseguridad humanas en una Argentina vapuleada por sucesivos presidentes y ministros de economía. Incluso en el lugar más fortificado, en la ciudad fortaleza a salvo de perdedores y amenazas externas -donde todo se resolvía de puertas adentro y lo de afuera suena a lejano rumor- extenderá sus alas un mal destino. La pérdida de pie de estos personajes, su desequilibrio (pues el desempleo y la crisis los va asfixiando) transformará este lugar idílico en un mundo de lobos para lobos.
Piñeiro saca el retrato completo de esta "buena sociedad" obsesionada por la apariencia, la identidad de grupo y el mantenimiento del nivel de vida. Con el naufragio aflora una dialéctica perversa, un mundo de hipocresías, chismes, puyas, disimulos, infidelidades, esposas decorativas, injusticias, soledades, incomunicaciones, crueldades, violencia... En la célebre tríada paraíso-caída-redención, no cabe el tercer término, pues ésta es una tragedia de verdad, hecha con los mimbres del mundo real, esa "real life" por la que amarga e irónicamente brindan los Massota, los Urovich, los Guevara, en casa de los Scaglia cuando la suerte empieza a estar echada.
Claudia Piñeiro muestra el desmoronamiento real e irreparable de personas y modelos sociales y nos regala capítulos finales como el 46, propios del mejor Arthur Miller. éste no es un libro más, o un árbol más, del bosque.