¡Milagro! Se ha muerto mamá
Alfonso Ussía
29 noviembre, 2007 01:00Como articulista, Ussía es uno de los grandes. Como novelista, no tengo en menos su aportación a la narrativa del momento, tan necesitada de modestia y humor. Su cultura no calla. Asoma la nariz sin afear el tono modesto del relato, en boca del hijo de doña Victoria, un lechuguino ya entrado en años que se ríe de sí mismo. Será porque la muerte le da un sentido lírico más omnipresente, o porque los cuernos que le pone Marsa, su segunda esposa, le ponen en un estado de sensibilidad extrema. En cuanto a la prosa, aparece más imantada de lirismo de lo habitual.
Ussía hace un retrato caricaturesco de la derecha social en el que no se salva la izquierda. ¿Cómo? Marsa se acuesta con un alcalde socialista para neutralizar una expropiación. El admi- nistrador Alcoceba aspira a comer con los marqueses y protagoniza la escena más hilarante del libro en la "prueba de acceso". Mamá quiere un monumento en su memoria, y ser enterrada entre Franco y José Antonio. El pendiente perdido de Marisol, primera mujer de Susu, facilita el broche poético de una obra de lectura rápida y recomendable.