Todo esto te daré
Dolores Redondo
9 diciembre, 2016 01:00Dolores Redondo. Foto: Pontas
Se desplaza la mirada de la escritora donostiarra Dolores Redondo (1969) en su última novela, Todo esto te daré (galardonada con el premio Planeta 2016). Se desplaza del valle del Baztán a la Ribeira Sacra, en Galicia. Ensaya otro ambiente (un rincón rural de la geografía lucense, dominado por una importante familia de terratenientes), hilvana con un rigor admirable cada detalle relativo a la escenografía de ese mundo sometido al peso de costumbres y tradiciones ancestrales sobre el que se proyecta la influencia del poder de los Muñoz Dávila (dueños del pazo que sirve de anclaje a la ficción y a la intriga).Y, como viene siendo habitual en ella desde que en 2013 publicara el primer título de su Trilogía (El guardián invisible) mantiene el objetivo de combinar un gran relato de corte realista, sostenido en la voz de un narrador omnisciente (que sabe trasladar distintos puntos de vista), con un audaz empeño por aportar su sello personal, que consiste en conciliar innovación y respeto al género negro más clásico (evidenciado desde las citas iniciales, de Ágatha Christie y Mario Puzo), con un tratamiento original del enfoque, el desarrollo y el alcance de los temas que surgen al amparo de la ficción sustentadora de la intriga.
Ahí está, en esta ocasión, el punto vulnerable de una novela que dejará encantados a todos sus lectores, pues acierta con la triple propuesta de interesar, ilustrar y entretener. Pero son tantos y tan diversos los temas que la unidad se vuelve dispersión y el eje vertebrador del relato pierde fuerza, aunque no interés.
La frase del título ("todo esto te daré") proyecta la idea de una condición encriptada en la trama: si obedeces a mis intereses. Según esto, parecería que la sumisión, la ambición, la codicia, son los temas que gobiernan la historia. Pero esa idea inicial se va diluyendo a medida que avanza la novela y se superponen otras que enfatizan un melodrama (hipocresía, abusos de poder, lesiones de la infancia, prejuicios contra la homosexualidad...) interpretado por personajes simplificados en virtud de una concepción maniquea que les resta profundidad y credibilidad.
Situemos a los lectores: la acción gira en torno a la aparente muerte accidental de Álvaro, marido de Manuel, un consagrado escritor, a quien sorprende la noticia a tan solo quince días de la entrega de su última novela. Tras la natural conmoción se traslada a la localidad gallega. Allí, instado por un inspector de policía jubilado y un cura, amigo de la infancia de Álvaro, se implicará en el proceso de averiguar la verdad de lo ocurrido, lo que prolongará su estancia dos semanas decisivas que darán un vuelco definitivo a su vida.
Y sí, el escritor acabará por descubrir la verdad: ni la muerte de su marido fue un accidente, ni este era el hombre que parecía ser, ni la novela que escribe coincide en absoluto con la que su editor espera. No diremos más, salvo una advertencia: la que leemos también es una gran novela de amor.