La editorial EC (Educational Comics), creada en 1945 por Max C. Gaines, al que se considera el padre del formato cómic-book, fue un obsoleto catálogo de publicaciones pedagógicas hasta que cayó, dos años después, en manos del hijo del fundador, Bill, que entendió que había una generación de adolescentes que demandaba unos productos menos gazmoños que los que le ofrecían los kioscos. Bill, que cambió la denominación de las siglas por Entertaining Comics, subvirtió con sus tebeos las manoseadas pautas de casi todos los géneros hasta que el puritanismo de los 50 le obligó a cerrar todos sus títulos, a excepción de la satírica revista Mad. El lector español tiene ahora la oportunidad de disfrutar con esta reedición de algunos de aquellos relatos de terror que hicieron famosa esa aventura editorial durante cuatro años. No estoy hablando de grandes obras de la historia del cómic, sino de relatos que bebían de la mejor tradición de la novela popular y del serial radiofónico. Historias, como las que luego presentaría en televisión Hitchcock, en las que El Guardián de la Cripta, o El Guardián de la Cámara de los Horrores nos introducían en una atmósfera de pesadilla, donde no faltaban tintes críticos, sólo para pa- sar un buen rato.