Image: Fragmentos de un cantar de gesta

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Poesía

Fragmentos de un cantar de gesta

José Luis Gómez Toré

6 diciembre, 2007 01:00

José Luis Gómez Toré

Pre-Textos. Valencia, 2007. 85 páginas, 10 euros

No es banal que la palabra "fragmentos" haya sido llevada al título. Por una parte, si de lo que se trata es de un cantar de gesta, éste, como tantos otros, no puede llegarnos más que fragmentario. Por otra, y es razón de mayor peso, ¿acaso la escritura, un texto, podría tener el estado de completitud, siendo que toda palabra remite a otra y ésta a otra en un encadenamiento sin fin? El libro, pues, cada uno de los poemas, no puede salir de la condición de su fragmentarismo. Por tanto, no hay banalidad ninguna en decirlo, sino la expresión del saber que así es el habla. Ahora bien, ¿de qué gesta se habla? Como respuesta: "la piedad del aire / hace gesta la luz". Una gesta que no tendrá nada que ver, entonces, con lo heroico, con la épica, sino que surge de la natural, que se enraíza en la vida, en el asombro ante el aire y la luz.

Este libro de José Luis Gómez Toré (Madrid, 1973), poeta que ha publicado ya otros tres y, creo que es significativo, un ensayo sobre la poesía de Francisco Brines, es un libro marcado por lo lumínico, esa presencia que, sin ser materia ella misma -por decirlo así-, da cuerpo a las cosas, les da su presencia, que ilumina, que da a luz, incluso al sujeto: "¿No oyes cómo te nombra / la luz voraz de julio?" Esa luz que, en definitiva, es lo que da el mundo a la mirada vendría a ser el correlato de aquello que ilumina a la palabra y la hace poética, quizá lo que se podría nombrar como "el náufrago estupor / que nos borra y nos nombra".

Con un discurso sencillo y siempre rítmico -incluso en los poemas en prosa, entre los que es destacable "La mujer en la luz"- el sujeto se presenta en un permanente despertar a la vida, con lo que enlazan al menos dos temas recurrentes: la infancia aún no vivida ("mi infancia / la que no ha sucedido todavía") y el no saber e indagar quién se es, ir tras el nombre, como cuando, habiendo caído en el encuentro del amor, dice "buscamos otro nombre". La identidad se altera, como le sucedió a Calisto, y se es otro.

Estos fragmentos de la gesta de la vida son cántico, celebración del vivir, goce de la luz, pero el envés de todo ello no deja de manifestarse. "Aquí / donde la luz sucede, / en el lugar del tiempo" son los versos finales de un poema que empieza preguntándose "¿Y es éste el lugar de la muerte […]?" Y es que no hay distinción entre lo uno y lo otro: vivir es morir y en ello cobra sentido el decir "Tan parecida al júbilo esta conversación serena con la muerte."

Júbilo, pues, goce de vivir, emociones ante las cosas, ante la luz, todo lo cual, dicho con certeza poética, da a luz el júbilo de la lectura de este libro.