Image: Poesía secreta (1961-2004)

Image: Poesía secreta (1961-2004)

Poesía

Poesía secreta (1961-2004)

Joaquín Marco

3 septiembre, 2010 02:00

Joaquín Marco. Foto: Domenec Umbert

Ediciones B, 2010. 352 páginas, 19 euros


No sé si el título habría de leerse irónicamente, pero el caso es que adjetivar de "secreta" la obra poética de Joaquín Marco (Barcelona, 1935) no carece de motivos, aunque se comprendan mal. Con siete libros de poesía publicados, la atención que se les ha prestado es escasa y, quede ya dicho, aunque suene a tópico, que injustamente. Y colabora al difícil entendimiento de su poesía el que, además de poeta, Marco es un reconocido estudioso de la literatura, y crítico, que ha mantenido actividad editorial, es decir, una persona integrada en el sistema literario.

Quizá la explicación se halle en que la escritura poética de Marco no es deudora de las modas estéticas de cada momento. Si en sus primeros libros es notable la influencia de lo social, no es menos cierto que lo es sui generis, tal como deja advertido Luis García Montero en su muy acertado prólogo. La crítica no llegó a conecta su experimentalismo posterior con la poesía que los novísimos pusieron de moda y así, sus publicaciones continuaron desatendidas.

Escribiría el poeta que "la poesía no resuelve los grandes interrogantes, la poesía viva los plantea" y hay en ello, creo, una clave importante. Preguntas, pues, pero sobre el misterio: "La poesía es el aire que la rosa ocupa, el aire que desaloja". Ese aire hay que saber sentirlo, pero ¿cómo?, y decirlo, pero ¿con qué palabras? A esos retos intenta responder esta obra y también a la búsqueda de unos textos que den razón en el futuro de sí mismo, como apunta en "Por qué escribo". Se trata, entonces, de una indagación sobre el yo -"te has convertido en un interrogante"-, pero no un yo ensimismado, sino inserto en la vida, en el acontecer de la historia, un yo que es tal en cuanto que está en relación con el otro.

El camino no puede ser sino el discurso poético y aquí Marco ve claro que "El objetivo es disfrazar la vida, quedarse en las palabras. / La literatura es el artificio". Sí, artificio y, sin embargo, no deja de leerse en cada uno de los poemas un hálito de vida, un pensamiento, una emoción. Demasiado olvidada para el canon actual, esta poesía, que lo es sin más, reclama el lugar que se le ha hurtado.