Image: Estuario (Poemas 2008-2009)

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Poesía

Estuario (Poemas 2008-2009)

Tomás Segovia

27 mayo, 2011 02:00

Tomás Segovia. Foto: Mario Castaño

Pre-Textos. Valencia, 2011.120 páginas, 15 euros

Aunque su figura literaria es la de un escritor plural por su producción en prosa al tiempo que autor teatral y de una muy notable obra ensayística y su tarea de traductor, Tomás Segovia (Valencia, 1927) declaraba en un entrevista que "la poesía es mi destino" y ahí están sus no pocas publicaciones, y los no escasos reconocimientos, que dan fe de que ese destino viene cumpliéndose con brillantez y Estuario, que tuvo ya edición en México en 2010, no hace sino confirmar tal cumplimiento.

Si según un conocido tópico y citando a Manrique "nuestras vidas son los ríos", el estuario es el lugar en el que el río, la vida, se acerca a su desembocadura, pero ello no es obstáculo, sino todo lo contrario -y con argumento explícito: "no me sobran los días"-, para que la llamada de la belleza y de las palabras siga sonando y atrayendo al poeta como un anzuelo "que tira de mí cuando menos lo espero". No puede dejar de consignarse lo que la dedicatoria del libro explica: "Este estuario desemboca en María Luisa", la compañera, la amada.

La llamada mencionada es también la de la alegría de vivir, que ha de tenerse por uno de los temas centrales de este libro. En efecto, el sujeto que aquí habla lo hace desde una conciencia de pertenencia al mundo, de saberse en "esta pura embriaguez de estar vivo", de "La dicha de vivir sin vivir casi" tan intensamente se vive cada instante. Así, la vegetación, la noche, una nube..., esas formas del mundo, aparecen como motivo de dicha y punto de partida para el habla. En este sentido es relevante el uso en diversos momentos de la figura de la prosopopeya; así, una ventana "pronuncia", "Hay días que desean" o "Se ha revuelto en su lecho la noche de verano", entre otros casos. Esta retórica de la personificación no sería sino una extensión de la intensidad con la que el sujeto vive a cada momento y que hace que todo lo que le rodea se le presente al decir como vivo. También a lo mismo apuntan otros pasajes en los que se vincula la composición a la naturaleza, al mundo, como cuando se dice que es en arbustos de donde se recolectan "Racimos de palabras" o cómo se lee que las cosas del mundo están ahí para empujar a hablar al poeta, quien acaba por instituirlas como un tú y desear estar entre ellas. Señala todo ello a una interconexión profunda, con su algo de misteriosa, una especie de comunión, entre lo humano y todo lo demás. Esa alegría de estar vivo no ciega, por otra parte, los reveses de la vida y ha de mencionarse la experiencia del exilio. Queda aludido en "Crónica", pero ello no es obstáculo para que en ese mismo poema se celebre cómo la contrapartida fue la libertad.

Los poemas son siempre rítmicos y con un lenguaje sin oscuridades, todo en función de expresar y transmitir la emoción que es en esta poética lo que da sentido al texto. Escritura, en fin, del gozo que ofrece el don de una lectura gozosa.

Alto viento

Este alto viento helado
Es eso que en el mundo
Nunca podría corromperse
Así de transparente y fría
Debe de ser la sangre de los ángeles niños
Este soplo nos llega desde claras montañas
Sin más edad que su impecable altura
Que nunca entraron en la historia
Y ahora corre por aquí a empellones
Sin poder aguantar las ganas
De volver a empezarlo todo
Y su frío al asalto de tu cara
Te prepara a encarar todas las ráfagas
A rostro descubierto
Y no permitirá ni un solo instante
Que te distraigas de estar vivo.

Presencia

Abro mi puerta y no es que entre
En un verano de dulzura inesperada
Sino que me zambullo en su marea
Y voy flotando a la deriva
Dichoso como un tronco en el torrente

Cómo decir que hay horas
Que no es que lleguen empujadas por el tiempo
Es que en él se presentan
Se dan a ver en todo su presente
Como si se pudiera respirar
En torno a ellas como un halo su presencia
Horas sin sombra y sin residuo
En las que el mundo basta
Abro mi puerta y abro ese rostro del mundo
Al que nunca podremos dar la espalda.