Image: Un cielo avaro de esplendor

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Poesía

Un cielo avaro de esplendor

Jenaro Talens

10 febrero, 2012 01:00

Jenaro Talens. Foto: G.C.

Salto de Página. Madrid, 2011. 114 páginas, 12 euros

Rehaciendo el Génesis, el poema prólogo de este libro afirma que "En el principio fue / la música" y se dice que hay "un árbol aún sin nombre", pero, avanzando en la lectura, se llega a que "al fin, la muerte ha comenzado". Así, ya en las primeras páginas queda inscrito el trayecto de lo existente, el de lo vivo que está irremediablemente abocado a morir, el destino de todos, y eso, dicho de una manera u otra, recorre todo este Un cielo avaro de esplendor. Y quede ya advertido que este tema, quizá el más grave de los posibles para decirlo con adjetivación clásica, no da lugar a un tono lastimoso o melodramático, por el contrario, las escenas, los paisajes están dotados de latidos vitales.

Uno de los poemas lo declara a modo de principio de escritura: "Decir sólo las huellas que el dolor inscribe, sin melancolía".

No era de esperar otra cosa de Jenaro Talens (Tarifa, Cádiz, 1946), pues en su ya extensa obra poética, una de las sobresalientes del período contemporáneo, ha mostrado ser un poeta moderno que no se deja atrapar por las trampas de los sentimientos, lo que no quiere decir, claro está, que no se hagan presentes en sus poemas.

A lo dicho hay que añadir que el personaje, al que se nombra "peregrino" en varias ocasiones según el tópico y que ya aparecía en libros anteriores, medita a cada paso sobre el paso del tiempo y evoca estampas de su vida a las que el olvido amenaza, pero también sobre el decir, exploración ésta que es marca de la poesía de Talens. Aquí, entre otros casos, "Excursus en Uni Bastions", con sus tres redacciones en español, francés e italiano -o traducciones-, pone en texto la relatividad del lenguaje, su labilidad para la expresión, la limitación de las palabras y que son el único instrumento del poeta, esa dificultad que persigue al escritor moderno y no puede dejarse fuera la referencia en otro poema a Beckett, de cuya poesía fue traductor Talens. Y en esas meditaciones del peregrino no podía faltar la que se pregunta sobre el propio yo, quién se es, comprender, comprenderse, conocerse, que podría decirse es uno de los asuntos centrales de su obra.

Aun a riesgo de ser injusto con los restantes, destacaré "Monólogo del cyborg", o el tríptico "Bellinzona", y es particularmente emocionante "Perpetuum mobile", pleno de ternura y de reflexión, con su quiebro final de confusión entre recuerdo y presencia, y, desde luego, el homenaje al padre que es "Tierra para nada", donde meditación, evocación y el dolor de la pérdida conforman un poema extenso que es sin más memorable. El padre muere y, sin embargo todo continúa, es el transcurrir que se impone sobre todas las cosas y los seres: "No hay más futuro ni pasado que la duración irrepetible del presente"; y una vez más las preguntas acechan al sujeto. Como contrapunto, Incipit vita nuova", que le sucede, es un canto de celebración a la vida, la vida que viene, la de un niño, y, también, la manifestación del transcurrir.

Como el lector de poesía ya sabe, Jenaro Talens posee fuerza poética, ninguno de sus libros deja indiferente y, desde luego, no éste: su indagar en lo real, su preguntar sobre el ser, el tiempo, el lenguaje, el sujeto ..., y hacerlo bellamente incumben a todos.