Poesía

Áspera materia

Luis González Tosar

9 noviembre, 2012 01:00

Es muy significativo que el primero de los poemas, que es entre otras cosas una poética, se ponga en la boca de un tú, "Eduardo hermano", con lo que se da la palabra al otro y, por tanto, el yo queda retraído y sirve de soporte para una palabra que es ajena. En paralelo estructural, el poema final, de fuerte contenido autobiográfico, recupera en su tramo final ese tú en un desdoblamiento del sujeto. De este modo, Áspera materia se inscribe bajo el signo del diálogo. "Dijiste" es la primera palabra, duplicando la enunciación. Entre uno y otro, aparece con mucha frecuencia el "nosotros". Redunda en ello el que algunos otros poemas están dirigidos a un tú, como el titulado "Ramón de Sismundi", el personaje de Seis poemas de García Lorca, o en clave epistolar "Carta" y "Lugar", éstos incluidos en una serie en prosa, más narrativos pero no de menor intensidad que el resto de este interesantísimo libro de Luís González Tosar (Buenos Aires, 1952), argentino que "renació gallego", como advierte Méndez Ferrín en el prólogo, y que de hecho escribe en gallego, al que se refiere como "lengua nuestra para hablar y vencer". Unos versos ya hacia el final desvelan cuál es esa áspera materia: "¿Cómo hacer de la torrentera canto […] áspera materia, rosa, cuando mueres?" Es la rosa el símbolo de la belleza, del poema y de la caducidad.

Esta Áspera materia habla aquí de la tierra, Galicia, y sus gentes, labradores, ebanistas, mujeres hilando, escenarios rurales, las castañas, guisos de patatas, que en otros momentos se abre al mundo y es la emigración, los viajes, los países americanos, en una voz con ambición de decir la totalidad, lo local y lo global, y en consonancia se transcriben cantares populares, versos en latín o italiano o expresiones en ruso. Sea sobre esto o aquello hay siempre energía poética, emoción, modernidad. Una escritura excelente.