Image: Los reinos diminutos

Image: Los reinos diminutos

Poesía

Los reinos diminutos

José María Moreno Carrascal

28 febrero, 2014 01:00

José María Moreno Carrascal

Pre-Textos. Valencia, 2013. 68 páginas, 10 euros

Al empezar a leer el libro, sorprende y apena que un escritor de la altura literaria de José María Moreno Carrascal (Ayerbe, Huesca, 1951) no haya estado más presente entre los lectores. Después entendemos que el hecho se debe a la corta producción propia. Sólo había publicado el volumen Los jardines de hielo (La Isla de Siltolá, 2010) y nos faltaban datos. Sí eran conocidas sus traducciones de las páginas de John Updike, Charles Bukowski y otros autores en lengua inglesa. Ahora sabemos de su tesis doctoral sobre D. H. Lawrence y de la docencia en una universidad de Estados Unidos.

Obra galardonada con el Premio Unicaja de Poesía, Los reinos diminutos contiene una presentación lúcida; quince líneas escritas por Felipe Benítez Reyes. Los textos, casi siempre de tono meditativo, llevan envoltorios diferentes. Moreno Carrascal comienza utilizando la técnica enumerativa de Jorge Luis Borges, pero no se estanca en las expresiones que domina. En un poemario de solamente veinticinco composiciones utiliza registros diversos que tienen en común la depuración de la forma. Encontramos un soneto, una decena de haikus y asoma una leve ironía: "y el eco del gemido de una mujer joven / acaricia torres de piedras orgullosas". Sin embargo, el núcleo de sosiego no se altera: "La estela poderosa que deja el sufrimiento / marca el camino que has de recorrer junto a los otros".

Los motivos de la escritura son igualmente variados. En la primera parte, Mitologías personales, coinciden un viaje íntimo y una travesía cultural. Los junta el idioma cuidado, con ecos de Luis Cernuda. Lo comprobamos en bastantes estrofas de Duomo y Latitud y tiempo, donde consigue una serenidad sin actitud distante. Existe un fondo emocionado en la imagen del turista que, cuando mira los cuadros de una catedral, llena de aventuras su vida anodina. También en los encuentros con un vendedor de tamales, sabio entre noctámbulos. En la segunda parte, con el mismo título que el conjunto de la obra, se diversifican los asuntos. En los dos versos finales del libro el sosiego se parece ya al estoicismo: "Acepta el misterio del dolor / y salvarás tu cuerpo del naufragio".

Editado con esmero, Los reinos diminutos sitúa por fin los poemas de Moreno Carrascal al alcance de un número mayor de lectores. Quienes exijan calidad no serán decepcionados.