Image: El ciclo de la evaporación

Image: El ciclo de la evaporación

Poesía

El ciclo de la evaporación

Álvaro García.

7 octubre, 2016 02:00

Álvaro García. Foto: Árchivo del autor

Pre-Textos. Valencia, 2016. 56 páginas, 11€

"Todo lo que se apaga en el olvido / reaparece de un modo sigiloso". Esa afirmación de unos de los versos de este libro se cumple a lo largo de los más de mil quinientos que lo componen en lo que es una larga tirada, un poema único si bien estructurado en cuatro partes, partes que no hacen sino poner de manifiesto la continuidad entre ellas y la unidad del discurso global.

Así, el juego, la dialéctica "memoria/olvido" está en el fundamento de El ciclo de la evaporación, de lo que daría fe otra aseveración: "Deletreo un olvido memorioso", oxímoron oportuno y eficaz por cuanto expresa bien el conflicto desde el que el sujeto habla. Un sujeto que habla casi sin contención, dando paso a una multiplicidad de asuntos que diríase se atropellan en ese modo llamado corriente de conciencia saltando de una cosa a la otra, de lo íntimo a lo público, lo personal y lo colectivo, con cambios continuos de escenas y escenarios, respondiendo a una ambición de un decir totalizador del mundo. De ese fluir es símbolo recurrente en los versos el río, su curso hecho discurso, discurso casi hipnótico e hipnotizante como una salmodia.

Este libro de Álvaro García (Málaga, 1965) viene a cerrar el ciclo que conforma con sus cuatro libros anteriores y lo hace de un modo magistral, apasionante, un libro que tengo por el mejor de los suyos y ello teniendo en cuenta que todos ellos son de gran interés. Y es que aquí se convocan en un lenguaje poderoso el mundo, la vida, los deseos, las penalidades, las cuestiones fundamentales como son la existencia, el tiempo, la muerte, el amor, no falta la naturaleza, las cosas, lo que fue, lo que está sucediendo y el ser, todo en un "engranaje de rumores" que quien habla está escuchando y lo traslada a unos versos musicales de principio a fin, versos que vuelven sobre sí mismos en su mención del sol al inicio y al final, indicación léxica de lo circular del poema.

Circular y, por tanto, cerrado, y sin embargo son varias las señales que lo vinculan a los anteriores libros del ciclo; por ejemplo, "ser sin sitio" es repetición del título del libro de 2014; "La muerte tendrá dentro memoria de un sol vivo", que cierra El ciclo de la evaporación, ya ocupaba ese lugar en Canción en blanco (2012), libro también de un único poema, etc., marcas que apuntan a la concepción general del conjunto: palabras en busca del conocimiento, el del sujeto, el del lector, que lo cifran.

"Todo lo que has vivido permanece", se dice el yo. Y se repite este verso: "canción, respiración de la memoria". Memoria que si es la de un individuo se expresa de una manera que alcanza a ser un discurso que vincula al lector, que vincula en fin a lo humano en todas sus dimensiones.

La habitación de un hotel, espacio reducido y ya conocido por el lector de este ciclo, es el lugar desde el que se invoca al tiempo como para detenerlo o darle un nuevo ritmo una vez puesto en palabras. Extraordinario cierre este El ciclo de la evaporación, invitación al goce de la lectura y a saber algo más de uno mismo dejándose llevar por su música.