Sólo el anhelo
Alberto Blanco
8 junio, 2018 02:00Alberto Blanco. Foto: Francisco Olvera
"Nada es más difícil que ser un escritor mexicano", dijo Julio Ortega sobre Alberto Blanco (México, 1951), para ponderar lo conseguido con "una de las obras más vastas, originales y diversas de la nueva poesía en lengua española", según José Emilio Pacheco. Traductor, artista plástico y visual, músico y autor de cuentos infantiles, además de poeta, beneficiario de las becas Fulbright y Guggenheim, premio Xavier Villaurrutia, su poesía se agrupa en dos volúmenes de doce libros cada uno (El corazón del instante y La hora y la neblina), a los que han seguido títulos como Amherst suite o Hacia el mediodía, ambos publicados en España. Como el segundo, Pre-Textos nos presenta una preciosa y oportuna antología que, sin ser amplia, recoge poemas fundamentales de Blanco y añade veintitrés inéditos. Aunque en el Índice se indica la procedencia de cada uno, en el libro se suceden sin solución de continuidad, lo que permite que el lector perciba una obra unitaria y no un florilegio.Estamos ante una poesía sobria y concisa, de vocabulario asequible y apariencia sencilla (léase "El trigo" o "No las grandes verdades"), caracterizada por un tono estoico y sereno (así en "El trébol", donde se constata que el paraíso está "al alcance de la mano"), pero desde la que se vislumbra el misterio ("Los búhos"). "Yo sólo quiero / la realidad… // Este es mi sueño", escribe.
No falta la ironía ("Himno de acción de gracias") ni la reflexión sobre el lenguaje y la escritura ("El tiempo del poema"). Con poemas como "Mapas", "Tokonoma" o "Caminata" hubiera bastado. Pero hay mucho más. Aquí, "Sólo / la belleza / una cierta elegancia / una serenidad eternamente inalterable".