Julio Espinosa. Foto: Archivo del autor.

Julio Espinosa. Foto: Archivo del autor.

Poesía

'Secuoya', de Julio Espinosa: poesía entre ruinas, memoria y renacimiento

Publicada

La vivencia del espacio es un elemento central en la obra de Julio Espinosa (Santiago de Chile, 1974). Después de sintaxis asfalto (2010), donde la noción de viaje era un correlato del trayecto vital y sondeaba la ingravidez y la falta de arraigo del migrante, La casa amarilla (2013) era un regreso demorado y suntuoso –en largos poemas en prosa– al ámbito familiar, el espacio que es la vez raíz y aprendizaje.

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Secuoya

Julio Espinosa

Pre-Textos, 2024. 78 páginas. 15€

Ahora, en este Secuoya (2024), Espinosa hace balance del viaje y concluye (es el verso inicial del libro) que “habría que construir una casa nueva”. Atenazado por la incertidumbre y la sensación de extravío, el yo se detiene y pretende volver a empezar, como si fuera posible retroceder en el tiempo y tomar otro camino.

A lo largo de los cincuenta y cuatro poemas –generalmente breves– de este libro, Espinosa explora el motivo de la casa –los cimientos, la edificación, los materiales, su futura ruina, etc.– para sondear la perplejidad de la mal llamada madurez: “La vida / un juego / donde lo construido / pesa menos / que lo demolido”. El decir es tentativo, insistente, va asediando este motivo desde distintos ángulos y dejando pequeños hitos en forma de aforismos: “No existe nuevo árbol / donde no habite / el germen de lo efímero”.

Poco a poco, surge la imagen del árbol –la secuoya– como superación de la vieja idea de hogar: el árbol longevo, bien plantado en tierra, que crece hacia lo alto y va sumando anillos lentamente; el árbol, que es capaz de acoger con ecuanimidad nuestros errores y desvíos.

Lo orgánico sustituye a lo hecho por el hombre, pero no sin dificultades. El árbol brota en medio de los grandes bloques de apartamentos para recordarle al yo que solo habitará la casa cuando él mismo se convierta en hogar para otro: “entre los cuerpos de dos… / nace un árbol / a veces”. Empieza otro capítulo.