Opinión

El personaje y su guiñol

La papelera

2 mayo, 1999 02:00

¿Qué me dicen de los capitostes del régimen y políticos varios haciendo cola para leer El Quijote en el Círculo? Alfonso Guerra hizo honor a su apellido, emperrado en leer un fragmento que se sabía de carrerilla. Hay personajes que cada día se parecen más a su guiñol.

Ya lo decía José Antonio Marina la semana pasada. Somos colaboracionistas. Cada semana descubrimos un Mediterráneo, el libro del siglo, el artista inolvidable. Luego, tras el inmediato consumo, a por el siguiente. Y cuando el engendro lo es sin paliativos, quienes son responsables de avisar de los desmanes tuercen el gesto, presuntuosos, porque no compensa quedar mal con el amiguete o el viejo venerable, y es mejor callar que criticar. O sea, decir la verdad. Menuda tropa.

C uando los intelectuales hablan de paz es que seguramente le han declarado la guerra a alguien. Ya me gustaría ver lo que haría más de un presunto pacifista con los colegas que tan gallardamente han justificado los ataques a Serbia de tener un arma en la mano. Y a veces sin que haya guerras de por medio. ¿Se imaginan el titular? Yo sí: "Dos poetas de la secta de la gabardina disparan contra sus compañeros de letras en el transcurso de un recital"... Ni imaginarme puedo si hubo muertos.
P or eso, yo me vuelvo a lo mío, a los libros que quedan, hijos de rapiñas en librerías de lance en Buenos Aires, en Cuba, en Salamanca y Madrid... Libros de viejo que ahora recuperan la calle, su paseo de Recoletos, y rinden homenaje al amigo Berchi en la XXIII edición de su Feria, y con pregonero de lujo un año más, Juan Manuel Bonet. Con la venia de Abelardo Linares, ¿quién con más méritos que el director del IVAM para impartir doctrina sobre el mundo de las librerías de lance? Ojalá nos hable de esas heladas madrugadas en el Rastro con Trapiello y tres o cuatro gitanos de por medio.

H elada se quedó también María Kodama cuando descubrió que "La Nación" y La Razón, Buenos Aires y Madrid, destapaban importantes fragmentos de la Autobiografía de Borges, conocida hasta ahora sólo en inglés y censurada, ya que se prefirió en su momento omitir las alusiones del escritor al general Perón y a Macedonio Fernández...Y es que Kodama, que cobra lo que no está en los escritos, tenía ya atado y bien atado con Meinke y los Emecé su bella edición ilustrada, que se presentará como primicia a bombo y platillo allá por junio, en vísperas del centenario.

L a ópera en todas partes da problemas. Bien lo sabe estos días Francesca Zambello, directora artística del Covent Garden, que acaba de dimitir del cargo. La reforma del emblemático teatro londinense está resultando aún más problemática y accidentada, aunque no tan cara, que la del Teatro Real. Por cierto que el teatro ya tiene nuevo director musical: es Pappano. El Covent, me refiero, que aquí todavía no hay cambios, aún pasando lo que pasa.
Son los mismos de siempre, los de toda la vida, los que abandonaron la pana por el tonimiró y hoy siguen trincando, mansos como siempre y más peligrosos que nunca. Los mismos que siguen, como siempre, sacando partido del prestigio de antiguos sellos y siguen recibiendo subven-
ciones oficiales. Que no aprendemos.

D espegan ya, por fin, Las líneas aéreas de Lengua de Trapo, con exceso de equipaje y en el peor momento de la historia de nuestro tráfico aéreo. Se me hace un mundo leer el libro de marras, más gordo -setenta y tantos cuentistas no caben en cualquier clase- que el currículum de un director general en paro. Recomendable, eso sí, para viajeros de Iberia en estos días infinitos.

C ómo se están riendo algunos que yo me sé con el lío del capitán Moore y sus falsificaciones de Dalí, que era como saben el más productivo de los pintores muertos. Dar gato por liebre en los fregados del arte contemporáneo viene siendo habitual, aquí y en las quimbambas,a estas alturas de siglo, pero, capitán, diez mil son muchos dalís.

A l Ampurdán viajarán pronto las maletas y los nuevos sombreros de Eduardo úrculo. En junio, antes de que uno de sus mejores culos, un esplédido culo de 7,5 metros presida bronceado un parque de cipreses de la Villa Olímpica barcelonesa, el pintor expondrá su última obra en Cyprus, que no es galería de arte al uso, sino bellísimo rincón al aire libre ampurdanés. Cyprus, como suele, organizará un vernisage con miles de personas, gauche y droite divine, políticos, periodistas y esas gentes de buen vivir.

Señores, yo también me voy a Cádiz, a celebrar a ese amigo cálido y bueno, ese poeta grande y vago que es Pepe Caballero Bonald, que estos días recibe otro homenaje justo y necesario, el de la Feria del Libro de Cádiz. De él, del hombre que jamás abandonó la casa del padre, que se abismó en su ágata ojo de gato, hablarán sus incondicionales, que ya saben ustedes quiénes son: entre canarios, mendicuttis y monteros anda el juego. El juego de la amistad, que es el más serio.

U nos cuantos periodistas y críticos musicales -apunto las dos cosas porque los segundos andan siempre mosqueados con los primeros- pudieron comprobar que a Jordi Savall no sólo le gusta dirigir, sino también hablar. Cuarenta y cinco minutos de soliloquio se marcó ante veintitantas personas sentadas a la mesa, con la comida esperando y los jugos gástricos haciendo estragos. Fue en la presentación de su último disco.

L a fiesta primaveral de Espasa fue de órdago a la grande. Al más puro sabor de rico americano y parvenue, el escritor soportó estoicamente la presentación bullanguera de su novela galardonada. Ni fanfarrias ni cortinajes faltaron en una presentación-espectáculo que tuvo algo bueno. Ni el mal gusto reinante ni el millar de personas que asistió al evento fueron capaces de ocultar la excelente novela que ha escrito Soler.

V ino a Madrid y tocó el divo Ivo Pogorelich. Alguno notó, pero pocos, que la orquesta que le acompañaba era la Filarmónica de Francfort y no la anunciada Sinfónica Nacional de Argentina. De lo que sí se dió cuenta la mayoría fue de que el director no era Pedro Ignacio Calderón sino otro Pedro, de apellido Halffter. Fue una imposición de Juventudes Musicales cuando los argentinos fallaron y hubo que improvisar orquesta. Pedro había de ser el director.
O tro divo nada desafinado, Norman Foster, cautiva a los visitantes, que acuden desde hace días a manadas, haciendo incluso colas de horas, para recorrer el nuevo Reichstag de Berlín y descubrir su afamada cúpula, ahora que el arquitecto acaba de conquistar el Pritzker. Olvidada ya sus viejas pendencias con Santiago Calatrava, que, como recordarán, le acusaba incluso de plagio, el Midas de la arquitectura contemporánea sigue teniendo una cuenta pendiente con España: todavía Madrid no tiene una muestra de su talento.

¡Cómo se lamentan los maltratados por algunas casas de dudosas alianzas, que secretean con los poderosos mientras ningunean al resto! ¿Cómo? Por ejemplo, mandando los primeros ejemplares de libros que aún no existen a los de siempre, para luego, cumplido el papelón semanal, repartirlo alegremente en desayunos de trabajo. Ni un cámara sin libro quedó en el festejo...