Opinión

Fuera del marco

La papelera

18 julio, 1999 02:00

Les conté lo del Instituto Cervantes y sus crujidos, lo de los llantos y el desgarro de los futuros cesantes, que ni quieren ni se dejan. Pues bien, no estarán solos. Aseguran quienes entienden que la revolución siempre pendiente en la Casa de las Siete Chimeneas estallará tras el verano, y que los vientos del cambio pueden llegar a despeinar al Paseo de Recoletos

B uenas noticias. A pesar de las trabas padecidas, que la envidia es muy mala y más a ciertas edades, Manuel Seco tendrá listo para octubre su Diccionario, sabio y culto como él. La obra rivalizará en las estanterías con la Gramática y la Ortografía oficiales que lanza la Real Academia, que cada día tiene más prisa. De vértigo. ¿Una prueba? Antes de que a las redacciones de los periódicos lleguen sus galeradas, antes de que muchos académicos tengan incluso su ejemplar, la revista de Crisol muestra su portada y la recomienda, anunciando, eso sí, que falta algo para poder comprarla. A las chicas de Prensa de la editorial les están dando el trabajo hecho, qué gusto.

¿Q ué pinta un director de orquesta de cuarta fila, como es Luca Pfaff, dirigiendo en el Festival de Estrasburgo nada más y nada menos que a nuestras dos orquestas nacionales, la Nacional y la de RTVE? Otra pregunta musical: ¿por qué participa en la próxima edición del Festival de Alicante un grupo de flautistas? Y otra más:¿saben cuántas obras de Luis de Pablo y de Tomás Marco se interpretarán en el mencionado Festival de Estrasburgo? Esta vez les respondo: nueve y tres, respectivamente. A Cristóbal Halffter no le han dejado más que una, los muy insensibles...

S on los que son quienes son, lo dije hace semanas y lo mantengo. Apresurados e insaciables, aunque no siempre ganen. ¿Recuerdan el premio Rómulo Gallegos que ha obtenido Roberto Bolaño, entre más de doscientas novelas? El jurado la eligió por unanimidad. Bueno, todos no, que uno traía bien aprendida la lección española. ángeles Mastretta (ya saben, Alfaguara, El País-Aguilar), prefirió apostar por Sergio Ramírez y su Margarita, está linda la mar, premio Alfaguara de Novela... Y ya es mala suerte la de la Casa en este premio, porque, además, también eran finalistas Antonio Muñoz Molina y Eliseo Alberto. Se ve que las llamadas transoceánicas surten allá menos efecto, porque, vamos, ni por esas.

L as dos "novias" de Buero Vallejo juntas, sobre la escena. Quién se lo iba a decir a ellas.Y a él. Estaban los tres juntos en la cafetería del María Guerrero, el día de la presentación de la próxima temporada del Centro Dramático Nacional. Resulta que estas dos actrices, María Jesús Valdés, su novia primera, y su mujer actual, Victoria Rodríguez, actuarán en "La visita de la vieja dama", de Friedrich Dörrenmatt, y en la que al parecer saldrá una pantera (sí, una pantera de cuatro patas, que de las otras se pasean de lo lindo y no sólo en escena). Y Victoria vuelve.

¿Más cruz que madera? No. Me dicen quienes la han leído, que Madera de Boj tiene madera, más madera. Que está bien, coño, como diría el propio Cela. Pero después de La cruz de San Andrés la verdad es que uno ya no está para demasiadas esperanzas. Esta semana me pasan una de las copias pirata que circulan por ahí a vellón de vellones, y les contaré. La artillería publicitaria está ya apuntando: entrevistas privadas, cenitas de amigos y una sobria presentación el 5 de octubre. "Madera de boj, me dicen, se vende sola". Y yo que lo vea.

S e ha roto la alianza, vaya por Dios. La aseguradora no tiene ya quien le escriba. La historia cuenta que el mandamás de una Fundación muy segura y su chico preferido de la crítica de arte han roto sus buenísimas relaciones y el mundo del arte se pregunta cómo ha sido. Créanme que la desavenencia ha poblado el patio de chismes y diretes (que buenos son los críticos-curators, tanto monta y más en este caso), pero yo solo sé que Joaquim Sunyer no ha salido ya en la foto.

Avisados quedan: la calderonmanía está a punto de estallar. El mismísimo Hans Magnus Enzensberger acaba de anunciar que está rescribiendo, "con mis propios versos", La hija del aire, para estrenarla el próximo otoño en un teatro de Viena. Dice el filósofo y poeta que, además, ha reducido "a su núcleo dramático, prescindiendo de los ornamentos" esta obra que él mismo define como "enorme, demencial y pagana".

N arros, por si acaso, ya tiene su Calderón. El director montará el año que viene "Mañanas de abril y mayo", si es que le dejan. La calderonmanía, insisto, tiene su fecha: el año 2000 conmemorará el IV centenario de su nacimiento y todos los directores de escena se disputan el título más sugerente de uno de los más grandes de los nuestros.

Cuestión de taquilla y de afectos. Ya saben lo que hacía Mihura: cuando tenía una función de éxito, hacía correr la especie de que estaba enfermísimo, para que le perdonaran más fácilmente. Enfermo y perdonado, al menos en USA, está el bestsellero Stephen King. Tras su gravísimo accidente, sus lectores, que son pasión, han inundado el hospital con regalitos y llamadas.Tanto, que la familia ha lanzado un comunicado para tranquilizarlos. Ruega que no manden más flores, ni flores ni nada, y da una dirección para quien quiera escribir al padre de Carrie: Stephen King, 49 Florida Avenue, Bangor, ME 04401 (USA).

C omo muy bien saben, mi amigo José Carlos Plaza está que trina con el asunto de la Zarzuela, y no hemos tenido día sin alguno de sus recaditos en la Prensa. Con lo fácil que es entender que no tiene el perfil deseado por el secretario de Estado de Cultura, y que alguien se salió de Marco creyendo tener mando en Plaza. El caso es que sí, que efectivamente el "perfil deseado" para director del Teatro de la Zarzuela será dibujado pronto por "un ente abstracto formado por muchos entes concretos". Cuestión de entes, como ven. Y cuestión, claro, de Ruiz Tarazona. Pero ojo al manojo, que lo Cortés no quita lo saliente. Mientras tanto, Plaza se larga a Niza a dirigir el "Don Quijote" de Massenet y Sagi acude también allí, pero con un Mozart.

Antoñito Hernández pide árnica desde el Diario de Cádiz. Lo nunca oído: no hay guerras líricas, nunca ha hablado mal de nadie y ni siquiera es poeta de la diferencia. Hay que ver lo que hay que hacer para salir en alguna antología.

Atentos al bombazo gráfico que reventará en septiembre, cuando un semanario publique las fotografías más íntimas de un escritor no tan joven, impresionado por el éxito del Ente-Lecquio. El hombre tiene novela en la lanzadera y está decidido este otoño a dar el pelotazo. Cosas veredes, Sancho.

P.D. De mi alma, en el más profundo centro