Opinión

Pura elejía

La Papelera

31 mayo, 2000 02:00

Elejías puras salen estos días de un viejo y querido diario que no puede con su desconsuelo tras el último percance. Pobres, a cala y cata se les desploman los nombres propios de los artículos como por arte de magia ante la risa, qué digo risa, la carcajada general. ¡Vaya lo del último de Carmen Hernández Pinzón, la heredera y defensora de la memoria de Juan Ramón Jiménez, sobre la exposición de Marga Gil! No me extraña que no puedan con la pena...

El ICAA está que arde. Difícil lo tiene la secretaría de Estado con los productores de cine. Las almenas de Pilar del Castillo son muy altas. Que se lo pregunten si no al dinamitero Pedro Costa, que sopla y sopla y no ve más que lobos, operaciones ridículas y más capítulos de prepotencia.

La que no tiene Amorós, tan sosegado y bienpensante él, ahora que se pasea por la Casa de las Siete Chimeneas con la naturalidad de los escritores que abarrotan la Feria. Lástima que no le diesen a Andrés Ruiz Tarazona la oportunidad de funcionar sin los corsés de Cortés. Por cierto, el nuevo sillón de Amorós dejó también a un educado galán descompuesto.

A todo esto, Juan Manuel Bonet se trae para Madrid a uno de los puntales del IVAM, Enrique Juncosa y hay tristeza en el IVAM por eso, mientras en el Reina Sofía corre el temor por lo bajini. Algunos de los responsables de exposiciones temen por su cabeza y, de paso, por algunos proyectos ya muy avanzados con los que han adquirido compromisos. Están en juego muchos millones de pesetas, que ya saben a los precios que se ha puesto el arte moderno. Así que, por la borda, lo justo.

También es elejía lo de la Feria, donde paseo mi asombro ante una gran apuesta editorial que no ha dado la talla. Habrá más.

O riente es la nueva tarea de chinos del Cervantes: en junio Aznar y Marco Polo Lafuente, que dirige la institución como la seda, inauguran su casa pekinesa. Los que antes no viajaban se pegan por ir.

Juan PALOMO

Para preodente desde luego, el nuevo director general del INAEM, Andrés Amorós, aunque no se entienda que no diesen a
M iguel ángel Gómez Martínez pasó por el Real como un huracán. Hizo que los músicos de la orquesta cupiesen en un foso en el que nunca encontraban espacio e incluso solucionó el tema de la plataforma del contrafagot, que no dejaba abrir una puerta e incumplía la normativa de evacuación. ¿Cómo? Pues bajándose de su podio y colocándose en medio de la orquesta para demostrar la posibilidad de lo imposible. Y también tuvo unas palabritas para el respetable. Cuando parte del público siseó a la parte que aplaudía tras la escena de la taberna de la "Forza" se puso a aplaudir él mismo desde el podio y luego se volvió al público para decirle: "Señores, estamos en una ópera y no en un concierto. Los que quieran aplaudir pueden hacerlo y seguro que los cantantes se lo agradecerán mucho". Ana María Sánchez tendría tras su siguiente aria la mayor ovación que recibió en ella y, al terminar la representación, los bajos Burchulazde y Chausson pasearon en hombros a Gomez Martínez por todo el escenario.

A muchos ha asombrado la poca atención que el teatro Real prestó a la Gala de Danza promovida en él por el Ayuntamiento de Madrid, que contó con la participación de las grandes figuras de la danza española. No se les invitó ni al coktel que se suele ofrecer al término de todas las primeras a las compañías líricas. Tampoco estuvo presente algún alto ejecutivo del teatro cuya misión es atender tanto lo anterior como la promoción de los espectáculos. Se debió entender que "aquello" no era cosa del Real, sino exclusivamente del Ayuntamiento que, dicho sea de paso, es uno de sus patronos y aporta más de 200 millones al año. Cierto que no es mucho, pero con este trato aún puede ser menos.

M ientras, comienza el desembarco hispanoamericano con la Feria como excusa. El primero en dejarse caer ha sido Benedetti, el poeta más vendido hasta que Hierro descubrió Nueva York en su cuaderno (¿o fue al revés?). También la el gaviero Mutis, Vargas Llosas y Carlos Fuentes, que al parecer ha superado el trago de ver cómo el año pasado los admiradores de J. J. Benítez abarrotaban una caseta vecina en la Feria, mientras él sólo firmaba cuatro o cinco ejemplares. Y luego, claro, los premiados, como el mexicano y primaveral Padilla o el argentino y nada breve Garcés...

Y eso que no pitan. No vende el premio, sino el autor así que los editores se hacen cruces con imposibles balances porque no cuela. Que no, suspiran, que los lectores no tragan desde que los premios sólo son dinero.

¿Q ué pregona Baricco en los papeles italianos sobre nuestro mozartaurino Juli? Su ensalada de historia española, teoría de la estética y manojo de tópicos al verlo en Brihuega me desconcierta gravemente. El escritor italiano de la Seda, ya saben, me deja muy herido. A algunos les duele España demasiado tarde.

A mor, curiosidad, Prozak y dudas vuelven a ser los ingredientes del potingue existencial de Lucía Etxebarría, mi diva. Estos días perpetra el rodaje junto a Miguel Santesmases de su rentable inspiración literaria. La receta necesita nada menos que cuatrocientos veinte millones de pesetas y la protagonizarán actores tan acreditados como Nancho Novo, Guillaume Depardieu y Silvia Marsó.

H ablando de España. No sólo nuestros preclaros compositores como García Abril, Cristóbal Halffter o Luis de Pablo utilizan los textos de nuestros clásicos para sus óperas, sino que la literatura española avanza hasta en la ópera internacional. Ahora le llega el turno a Lorca y La casa de Bernarda Alba, ya que el compositor y pianista alemán Albert Reimann se encuentra escribiendo la música de una ópera sobre aquel drama que se estrenará en breve.

Y una pregunta: ¿por qué se
anunció en la presentación de la próxima temporada de la Orquesta Nacional que acudiría a la Expo de Hannover y sin embargo no figura en la programación oficial? Si, en cambio, aparece la JONDE. ¿Se trata de un olvido de los señoritos de Prensa alemanes o es una actividad paralela? Y ya que estamos en la Expo, adivinen qué compositor español está que brama con ella y adivinen los motivos.

Ha hecho ya las maletas, se ha despedido de los amigos y se instala definitivamente en Madrid. Viene a dirigir un periódico. Ojalá lo desbrave de sectarismos y prepotencias.

Juan PALOMO


Declaraciones Miguel Marías respecto a la información aparecida en EL PAIS (habló con Elsa Fernández-Santos) sobre su posible nombramiento como Director General de Cine: "¡Es una locura! Han tenido tiempo para sondearme y nada. Me parecería muy inverosímil que me lo ofrecieran y además no aceptaría. Ya tuve una experiencia desagradable en el puesto y no querría repetirlo. Además, no estoy en absoluto de acuerdo con la política actual del Gobierno en materia de cine, especialmente con la posible desaparición de las licencias de doblaje. Me parece una monstruosidad. Es un puesto controlado por los productores, y yo sé que ellos no me quieren en el puesto. También aparece en la información que yo soy amigo de Luis Alberto de Cuenca, y a este señor sólo le he visto un par de veces, por no hablar de la ministra, que no la conozco de nada. No tengo ninguna ambicion política. Es increíble lo que ha ocurrido con la repercusión de la noticia, incluso me ha llamado gente felicitándome y pidiéndome un puesto de trabajo".

L os tiempos avanzan que es
una barbaridad, pero en la época de internet todavía siguen pasando cosas curiosas en el mundo de la música. Que se lo pregunten si no al público de Munich que asistió al estreno en aquella ciudad de Las siete puertas de Jerusalem de Penderevsky. Dirigía Lorin Maazel, quien también intervino en su estreno mundial, a la Filarmónica de Israel y era un sábado por la tarde. El concierto se retrasó porque ni los músicos habían previsto que a la hora programada todavía no se había puesto el sol -que ya estamos en primavera- y naturalmente ellos no podían trabajar en sábado. Así que tocó esperar la puesta de sol.

A la revolución de directores de orquesta que se está produciendo en el mundo hay que añadir dos nuevos casos: Maris Janson deja Oslo, la orquesta que llevó a las alturas, y Bertrand de Billy prosigue su ascenso imparable como nuevo titular de la Sinfónica de Radio Austria. Y aún quedan muchos podios por ocupar.