Opinión

¡Qué desfachatez!

La papelera

19 julio, 2000 02:00

Los cursos de verano pierden fuelle. Qué momentos aquéllos, señores, en los que cronistas y plumillas convivían a pie de piscina y cantaban amores perdidos como los de Almudena y Luis, Fernando y Beatriz o las desventuras del filósofo violador. Este año nos tenemos que conformar con el plantón del Gaviero, que hizo Mutis por el foro, amén de los chistes vascos de Derek Walcott. Ah, musas, ¿verdad que cualquier curso pasado fue bastante mejor?


Al grito de "¡qué desfachatez!" el Brujo animó el Festival de Almagro mientras "próspero" Gómez miraba al cielo pidiendo compasión y bula, que no burla. Rafael álvarez denunció la capacidad globalizadora de los políticos pero en los corrillos del certamen nadie se rasgaba las vestiduras y miraban estupefactos. A estas alturas, es como gritar "¡el rey va desnudo!" Me gusta su ingenuidad pero demuestra ser menos pícaro de lo que exhibe en los escenarios.

La promoción editorial hace curiosos compañeros de viaje. Vean si no: una temporada más Plaza lanza "su" pareja de otoño, que vuelven a ser Isabel Allende y Gonzalo Suárez, con la esperanza quizá de que la fama de una arrastre al otro. Y eso que los editores aún se hacen cruces por el fracaso de mezclar rabos de lagartijas con mucha muerte.

A garrotazos y en los tribunales han acabado Montero Glez, la agente Raquel de la Concha y el editor Daniel Fernández. La cosa es que, según Montero, tras romper con la agencia la editorial bloqueó su libro. Eso, escribe ahora, "le importa una polla". Sólo quiere que le devuelvan a Charolito, con la esperanza de que "pierdan el tren los malos sueños". Parece que más que sed de champán lo que hay es sed de justicia. Veremos en qué acaba todo.

Pero... ¿tan tupida es la red? ¿Es tan larga la consigna como para que un hombre como Juliá, como el historiador Santos Juliá, caiga atrapado en ella y nos lance desde su columnata las stock options como si bálsamo de todo mal fueran? Cosas veredes, querido Santos.

Moncloa felicitó por su cumpleaños, con un galante telegrama, al difunto premio Cervantes Juan Carlos Onetti. Parece que a su viuda, ex socia para más información de la Orquesta Sinfónica de Madrid, le causó cierta gracia.

Mientras algunos pierden la memoria, Umbral la recupera. Para el otoño encuadernará buena parte de su vida. Las espero con cierta avidez. Sin ninguna duda prefiero leer la biografía del maestro en un libro que la de los editores en las páginas de los periódicos, siempre enmarañadas de fusiones, cambios, renuncias, dimisiones y otras multimedias.

A Gerard Mortier, "enfant terrible" de la música, se le acaba de ocurrir una idea con la que vengarse de los políticos que han amargado su vida en Salzburgo. él ha tenido un hallazgo más feliz que el de Lissner con su libro: escribirá un nuevo texto para El murciélago de Strauss en el que introducirá todos esos personajes a los que tanto cariño les profesa. Y, naturalmente, pondrá en escena su invento durante el próximo verano, el último en el que estará al frente del famoso festival. Yo, que aspiro a reírme con el asunto, sólo me digo una cosa: que desde luego muy mucho me lo pensaría antes de contratar a gente como Mortier o Lissner, demasiado parlanchines cuando llegan los adioses.

Hoy tengo cumpleaños feliz con Ana María Matute, que celebra sus 75 años "on the rock" con ventas prodigiosas de su reciente Aranmanoth. Brindaré las veces que hagan falta por sus éxitos pero, ojo, sin perder mi primera memoria, que es la más importante.

Mando espías a la fiesta de fin de curso de Qué grande es el cine, lo mejor de lo mejor. Parece que Garci deja el plató por una temporadita y se va a montar su nueva película, que la tendrá lista para estreno avanzado el otoño. ¿Nos la enseñará? ¿Tendrá opción a un nuevo Oscar? Lo único que sé es que... es único. Y sin festivales al fondo, oiga.

El alcalde de Madrid está decidido a lavar la cara a la Villa. Para empezar, va a darle carrete al arte. Buen carrete: Juan Carrete. El responsable hasta ahora de la Calcografía, va a sentar mando en plaza en el centro cultural Conde Duque y en todo aposento artístico que del edil dependa. Por lo pronto, y además, piensa poner en cuestión prendas como violeteras, Velázquez y demás goyas que nublan las esquinas de la ciudad y el buen gusto callejero. Tela.

Y su colega de Málaga, De la Torre, más melómano que Celia Villalobos, ha retomado el antiguo proyecto de construir un nuevo auditorio en la ciudad. Ahora es cuestión de acertar en las decisiones habituales: capacidad, polivalencia, sede de la orquesta local, sala de ensayos, especialistas en acústica… La Asociación de Amigos de la Orquesta de Málaga está con la mosca detrás de la oreja.