Opinión

Que se entere La Habana

31 enero, 2001 01:00

De las memorias de Cela a los bajos fondos de Muchnik, las hadas de Espido o el Auditorio fantasma de Gallardón, lo mejor está por llegar a ritmo de habanera, aunque haya quien tiña de rencor los Goya y de olvido ese sepulcral ¿Quién es quién en las letras españolas?, cuajadito de muertos.

A La Habana me voy, a esa Feria del Libro reventona de vetos y censuras. Dedicada a España, nuestro Ministerio sigue mirando hacia Cuenca, pero en esta ocasión no invitará a nadie. Que paguen ellos, los editores, y que los demás rabien...

Tiene gracia que Mario Muchnik hable de bajos fondos tratándose de un editor. ¿Acaso hay algo más natural que los fondos de catálogo, por bajos que sean? Aunque no seré yo quien, como Pérez-Reverte, asegure que me aburren sus jeremiadas, no puedo dejar de preguntarme si es que todos los demás son tontos, corruptos o papanatas.

Quizá por aquello de no dejar sola a doña Marina, también Cela ultima estos días sus memorias, reedición revisada de La rosa y la cucaña y de Memorias, entendimiento y avoluntades, con textos inéditos, olvidos y gotas (no demasiadas, con perdón) de mala uva.

La mística y virginal Espido Freire acaba de rematar su primer poemario. Aland la blanca es su título y lo editará Debolsillo. Dicen que es algo así como un libro de cuentos de hadas en verso mitológico, pero ya se sabe como son las lenguas imprudentes.

De la envidia genuinamente española surge el incendiario pataleo de Rodrigo Cortés, a todas luces y según los acusados, el autor del comunicado "anónimo" que ha calentado en los últimos días los buzones electrónicos de las bambalinas cinematográficas. Su corto Quince días, carne de cañón de festivales, no pasó la criba de los Goya, y como eso de perder (¿dinero?) no debe llevarlo muy bien, qué mejor que un ataque al sistema y los nominados. A mí me gustó tu corto, Rodrigo, pero quince días bastan para alcanzar el prestigio y también para perderlo. Al menos Emile Zola tuvo la decencia de firmar su Yo acuso.

Se rumorea que la editorial argentina Losada está pensando plantar sus reales en España y poner las riendas de su colección de poesía en manos de José Luis García Martín, que tendría así una pista más en el circo del verso hispano donde agitar su látigo. Lo más cercano de García Martín será de todos modos una antología sobre los autores del 27 que nunca salen en las antologías del 27. Pero que nadie descanse antes de tiempo, que volverá a por los vivos...

El nuevo guión del celebrado Manuel Hidalgo está a punto de caramelo para empezar a rodar. Lo produce el ubicuo Andrés Vicente Gómez y nos propone esta vez un interesante relato fantástico en el que su protagonista crece en sentido inverso. Lo dirigirá Manuel Lombardero, lejos ya de los brazos de la mujer madura. Habrá que verlo. Promete de veras.

El II premio Casa de América de Narrativa Americana Innovadora fue para La familia Fortuna, primera novela de Tulio Stella, que se presentó al premio con un pasaporte caducado hace veinte años y una foto del 68. Pura vanguardia. La novela es una caja de siete fascículos; la innovación, que el lector puede empezar por donde quiera. ¿Innovación? Además, ¿no será que al autor se le olvidó numerar los fascículos? Que los hay muy olvidadizos...

En Sevilla se falló el III Premio Renacimiento de poesía, tan en secreto como casi todos los asuntos de la casa. Después de sobornar a un cliente de la librería, me he enterado de que el premio se lo ha llevado Eduardo Jordá, un prosista de primera que ahora podrá demostrar su valía como poeta.

Cinco años llevaba la Asociación Colegial de Escritores rematando -nunca mejor dicho- su Quién es quién hoy en las letras españolas. Lo de siempre: hay quien no da ni su fecha de nacimiento, mientras otros lo enseñan todo, todo, todo, aunque lo peor sean las presencias: tantos años, y resulta que en el libro recién parido y mil veces revisado aparecen Julio Caro Baroja, Emilio García Gómez, Torcuato Luca de Tena, Carmen Martín Gaite o Mario Lacruz, desaparecidos casi todos un puñado de años atrás.

Muchos interrogantes en el mundo de la música clásica. Por ejemplo: ¿alguien sabe algo de un supuesto auditorio que estaría planificando la Comunidad de Madrid en la Plaza de Castilla de Madrid? Hasta parece haber un órgano gestor presidido por Gallardón.

Compositor con mando en plaza: Cristóbal Halffter. Ha colocado a su agente artístico, Pedro Porta, en la asesoría de la capitalidad cultural de Salamanca. ¿A que no me equivoco al pensar quiénes van a estrenar obras y quiénes las van a dirigir?

Va de sueños: un abogado colombiano, Jaime Ordóñez, se plantó hace dos meses en Los ángeles para que Spielberg leyera un guión. No lo logró, pero al menos Antonio Banderas y se pidió el papel prota. Ahora admite sugerencias. Si quiere opinar, llame al teléfono bogotano 6234552.