Opinión

Eróticos y explícitos

10 octubre, 2001 02:00

Un juego de vanidades, eso es el mundo creativo. Para eso está. Unos eróticos, como Pepe Alcalá-Zamora, y otros explícitos como Trapiello ante Cortés. Etxebarria erre que erre, perdón, erre sobre erre. Y así nos va, perdidos entre los admirados donjuanes escénicos encabezados por Cristóbal Suárez y la programación fantasma del Real, que esconde un Albéniz para finales de octubre. Todo bien troceado, como el epílogo de Gamoneda...

Pepe Alcalá-Zamora sigue crecido. Ya lo conocen ustedes: catedrático de Historia, Academia de la Historia y poeta, poeta de sonetos eróticos especialmente. Eróticos y explícitos. El último de sus libros, aparecido en Espasa, Poemas del amor cruel, contiene algún poema dedicado a Luis Alberto, el Secretario de Estado. Y éste, pásmense, le ha retirado el saludo.

Con los editores se muestra más paciente, a pesar del desplante del Gremio al plantear un Plan de Lectura alternativo al ministerial. El anuncio fue sin duda lo mejor de Líber. Lo único útil, en realidad, de una cita que cada año interesa menos a los propios editores.

Ya lo dice Susan Sontag: "Están empeñados en hacernos creer que todo va bien. Y, sin embargo, no todo va bien". Se refiere, claro está, a la política de Estados Unidos (que ella sí que es yanqui y discordante, amigo Cruz).

Mira que no quería volver a mencionarla más pero es que me revuelve el estómago tanta injusticia. Lucía Etxebarria no tiene motivos para sentirse violada. En todo caso pillada. Ella sí "violó" la propiedad intelectual y creativa de sus "intertextualizados". Y vengan querellas, como si los juzgados pudiesen limpiar el pecado original. No se puede ser ladrón y víctima a un tiempo. Tu penitencia, Lucía, debería ser el silencio, último refugio de los sabios.

Esto no es Broadway, que está más de capa caída que nunca, pero nuestros productores también andan preocupados por cómo se resienten las taquillas en tiempos de guerra. Pero nada como un buen galán en escena para romper las taquillas. Mis amigas suspiran por un Don Juan, llamado Cristóbal Suárez, que se pasea por el escenario de La Comedia. Cierto que las alabanzas interpretativas son para Joaquin Notario pero, qué diablos, me dicen, ya era hora que el teatro nos alegrara los ojos. Y no sólo...

Item más. No es por molestar, pero yo me pregunto: ¿por qué no se ha anunciado que a finales de este mes de octubre se ofrecerá en el Real, en versión de concierto, el Merlín de Albéniz? Porque no aparece ni en la programación del Teatro ni en ninguna otra. Permanezcan a la escucha.

Me cuentan que Miguel ángel Cortés andaba molesto con el retrato que Andrés Trapiello hacía de él en el último tomo de sus diarios. Como venganza pensaba no renovar al leonés como miembro del patronato de la Academia de España en Roma. Pero hete aquí que Trapiello se adelantó presentando su dimisión, y anunciándola ante el Patronato antes que a Cortés, que se ha quedado sin su venganza...

Gael García Bernal, con su "amor perro", está "mordiendo" fuerte en el cine español. Bien lo saben la directora de la Academia y nuestra querida Cayetana, que lo han adoptado como un futuro valor para nuestro cine. Es un auténtico diablo "sin noticias de Dios" y no me extrañaría que lo próximo de Medem tuviera acento chilango...

Más del país maya. Cómplices y amigos se reunieron la otra noche para celebrar el nacimiento de la edición española de la revista Letras Libres junto a su director Enrique Krauze. José Miguel Ullán, Pedro Sorela, Marcos Giralt Torrente, Antonio álamo... También Jorge Edwards se dejó ver en la fiesta (esta vez sí le dieron permiso en El País) celebrada en uno de esos locales clásicos en versos y copas cerrado al público para la ocasión. También el mismo día y a la misma hora Ignacio Padilla hacía un têt-à-tête en la radio con Andrés Neuman sobre el boom y los "novísimos". Todo muy picante y muy profundo, como debe ser.

Como una pieza de carne de ternera se ha repartido el epílogo de Antonio Gamoneda a la Poesía completa de Blanca Varela, troceado a modo de poemas distintos: un trocito en este suplemento del sábado, un pedacito en este otro, uno más en una revista... Si es que no me extraña que se queje de marginado...


PD: La semana que viene me la juego: hablaré del premio Planeta...