Tristano muere
por Antonio Tabucchi
7 octubre, 2004 02:00Autorretrato (Siento decir que a partir de Bas Jan Alder), 2003
...Me parece que te había prometido un episodio al estilo del viejo Ernesto, no sé si te gusta como escritor, pero antes tendría que hablarte de Pancuervo. Te preguntarás qué es. Es un lugar perdido en España, donde las ranas croan en el campo. Y a donde no va nadie. Pero se cruzó con la vida de Tristano.
Mi carta no hablaba de la noche de junio, cuando me llevaste a la pensión, dijo, allí no hubo un verdadero reencuentro. Y, sin embargo, te follé toda la noche, dijo el hombre, no sé qué más reencuentro quieres. Qué vulgar eres, dijo ella. Por suerte, tú eres la mar de fina, dijo el hombre, ¿y qué? El verdadero reencuentro ha sido esta noche, dijo la muchacha, pero los hombres no entienden nunca cuándo se produce un verdadero reencuentro, vosotros los hombres estas cosas no las comprendéis. Nos falta metafísica, dijo el hombre. Y se echó a reír despacio, procurando contenerse. Clark, dijo ella, por favor. No me llames Clark, dijo él, yo ya no soy Clark, ya te lo he dicho, soy Tristano, así es como me gusta, ahora me llamo Tristano. Tristano es un nombre falso, replicó la muchacha, un nombre artificial, no me gusta, es el nombre de otro, tal vez sea tu hermano, siempre me dices que tienes un hermano y nunca me dices cómo se llama, tal vez sea tu hermano. El hombre sonrió y con el dedo índice hizo unos garabatos sobre el vaho que había formado el frío en el cristal del vaso. Lo has comprendido todo, dijo, yo soy mi hermano. Ella intentó cogerle una mano, pero no era fácil, él quería dibujar en el vaso. Tristano, dijo, ayer me dijiste que puede haber muchas formas y grados de enamorarse, y que la culpa es más leve si nos cogíamos la mitad cada uno. él dijo una palabrota. Déjate de una vez de vulgaridades, dijo la muchacha, no es propio de ti, sabes, Cary nunca intentó retenerme, me quería mucho, o más bien quería lo mejor para mí, o aquello que yo pensaba que hubiera podido ser lo mejor para mí, había sido víctima de una melancolía infinita, pero tú lo ves todo como una conspiración en tu contra y te vengas a tu manera, y relanzas la apuesta. El hombre rebuscó en el bolsillo y sacó una hoja. Leyó en voz alta, porque Cary nunca intentó retenerme o volver a verme, me quería mucho, o más bien quería lo mejor para mí, o aquello que yo pensaba que hubiera podido ser lo mejor para mí... había sido víctima de una melancolía infinita, un dolor causado por mí, ¿comprendes? Levantó la mirada de la hoja. Perdona, chiquitaja mía, dijo, te estás repitiendo, son las mismas palabras que me escribiste en esta carta, estamos en España, el paso a nivel está cerrado, el tren tal vez no pase nunca y los horarios han caducado ya, y tú, con el horario caducado, otra. La muchacha miró el reloj que llevaba en la muñeca. Clark, preguntó, ¿tú qué libertad defiendes? El hombre miró por la ventana. El paisaje era árido, le parecieron colinas como elefantes blancos. Hagamos un ya-visto, dijo, no eres tú quien debe abortar, por lo demás mi semen no ha arraigado nunca, y en cualquier caso es tarde, soy yo quien debo abortar, sabes, empiezo a temerme no haber entendido del todo la libertad que defendí, pero me he venido contigo para entenderla mejor, porque tú estás intentando arrastrarme a un asunto turbio, vosotros sois muy elementales, pero no menos peligrosos, sois tan elementales que pensáis que a quien no quiso el comunismo le puede ir bien Francisco Franco, y tengo unas ganas enormes de comprender en qué consiste vuestro plan Marshall, si es de eso de lo que se trata.
Personalmente, a mí me ha beneficiado, dijo Marilyn, he encontrado un filántropo, el semen ha arraigado y no tengo la menor intención de abortar, siento cambiar el final de tu cuentecito al estilo de Hemingway. Estoy seguro de que es otra trola, a ti te falta un tornillo, dijo Tristano. Puso unas monedas sobre la mesa. Tal vez lo mejor sea que vuelva a mi casa, dijo, toda esta comedia no me gusta. Ella le cogió de una mano. Tú no comprendes nunca nada, dijo, en los momentos importantes es como si cerraras los ojos, es cierto, es una trola, pero yo te necesito, necesito que me protejas, por favor, Tristano, necesito que tú me protejas.
Mañana aparece Tristano muere (Anagrama)