Image: Dobles vidas

Image: Dobles vidas

Opinión

Dobles vidas

29 septiembre, 2005 02:00

Pablo Carbonell, Botero, Jacobo Siruela, Nick Hornby y Fele Martínez

Atentos a "La doble vida de los faquires" La Feria de Francfort le da al balón. El regreso de Siruela estaba cantado y no desafinará. El regreso de Pablo Carbonell. Arde la cartelera. A Botero tampoco le van las querellas anoréxicas, así que le demandan por 200 millones de dólares. En Galicia no todos quieren ser Suso de Toro.

Estaba cantado que Jacobo Siruela volvía a la edición. Así ha sido. Su Atalanta arranca en octubre con un puñado de joyas literarias exquisitas, como también era de esperar. El editor lleva años acariciando el proyecto que, desde el Ampurdán, nos lleva siglos y siglos atrás hasta donde nace la memoria. Lejísimo. La Historia de Genji, es una buena muestra. Atalanta publicará en noviembre la primera traducción íntegra de esta novela psicológica escrita por una mujer japonesa hace mil años, poblada de poemas, estampas cortesanas, romances y sueños del Japón del siglo XI.Un clásico, en fin, apto para lectores sensibles.

Si Liber ha decidido viajar a Grecia del 12 al 15 de octubre, la Feria de Francfort (19-23 de octubre), cuenta con Corea del Sur como protagonista, mientras espera para 2007 el turbulento desembarco catalán. La de este año será la mayor de la historia, con 7000 expositores de 100 países, 100.000 libros y autores como Nick Hornby o Albert Uderzo. Y como en 2006 se celebra en Alemania el mundial de fútbol, en la sección "Mundo del Fútbol" habrá una exposición de fotografías, literatura sobre fútbol, biografías de jugadores y hasta reglamentos. Se podrá jugar al futbolín y al tiro con arco, descubrir la música coreana y los mejores juguetes sobre personajes literarios.

La temporada teatral madrileña arde. Se solapan los estrenos a una media de dos por semana, de nivel además. ¡Y pensar que queda todavía el Festival de Otoño! El director y productor Pérez Puig anda feliz con la taquilla de su tercer Mihura, aunque Fele Martínez hizo de tripas corazón para estrenar en el María Guerrero a pesar de su hernia discal. Salta también la taquilla del Albéniz con Serrat, y Tamara Rojo va camino de repetir tamaña hazaña dos meses antes del estreno de Blancanieves.

Se ha hablado mucho y bien en el Festival de San Sebastián de la película La doble vida del faquir, dirigida por Esteve Riambau y Elisabet Cabeza. Precisión, rigor, emoción, verdad son palabras que acompañan cualquier referencia a este documental que recupera una película de aventuras rodada en un colegio de huérfanos durante la guerra civil. Quienes la vieron en una sección paralela a la competición, entre ellos el maestro Bertrand Tavernier (la única proyección que quiso ver del festival), salieron pensando que por qué no había sido seleccionada para competir. Mañana se estrena en salas. No esperen al próximo fin de semana para verla. Con el torrente que se avecina, puede que ya no la encuentren.

Como lleva la edición en la sangre, ante la agonía del sello fundado por su abuelo, Joan Sales, y por Xavier Berenguel, María Bohigas acaba de rescatar su "Club del Libro" de Columna, o sea, del grupo Planeta. Allí, dice ahora, sus libros "se perdieron entre la proliferación de novedades en catalán. Y Columna trabaja los textos de una forma chapucera". Y se ha buscado nuevo compañero de aventuras. ¡Suerte!

Pablo Carbonell es una de esas caras famosas polifacéticas que se ven con frecuencia en los estrenos. El chico principió en las tablas o, mejor dicho, en los bares (lo recuerdo de cómico con Pedro Reyes en El ángel exterminado reconvertido luego en el ágapo templo posmovida madrileña), luego montó Los Toreros Muertos, hasta llegar al firmamento televisivo como periodista irreverente. Vuelve a sus orígenes, pero en un teatro comm’il faut, en el centenario Lara. La obra va de cuarentón abandonado por su mujer "por calvo y por gordo" y nada más lejos de la autobiografía: la firman Eduardo Galán y Pedro Gómez.

Le van tanto los y las gordas que ni las querellas contra Fernando Botero son anoréxicas. Art Brokers USA y la colombiana Publix le exigen 200 millones de dólares por falso testimonio y daño económico. Resulta que en 1999 Botero cedió parte de su obra al Museo de Antioquia, autorizando la comercialización de los productos derivados de ella. El Museo negoció con Publix que a su vez lo hizo con Art Brokers y el mercado americano se vio inundado de manera inesperadas para el artista.

Se me llena la papelera de lamentos galaicos. Sí, los autores gallegos que escriben en castellano esperan acontecimientos, porque ya cuando el PP gobernaba la Xunta eran sistemáticamente boicoteados por el Bloque Nacionalista Gallego. Y no, señores políticos, no todos quieren ser Suso de Toro, aún hay quien prefiere renunciar a una beca, una poltrona o un pregón antes que arrugarse ante quienes quieren impartir cartas de ciudadanía gallega.