Image: Los cerros de Úbeda

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Opinión

Los cerros de Úbeda

1 febrero, 2007 01:00

Jordi Úbeda, Helga Schmidt, Ana Martínez y Javier Martínez

Sigue el malestar en la Federación del Gremio de Editores. Philip Roth dice adiós a Zuckerman, uno de sus personajes emblemáticos. Suculento consejo de redacción en La Bolsa de Pipas. ¿Qué ocurre con las obras españolas en la programación del Liceo? La respuesta, en Valencia. Y efectos especiales, e imprevistos, en el Teatro Valle-Inclán de Madrid.

Me cuenta un editor madrileño que además de las malas maneras del Gremio catalán para negociar lo de Francfort, otra de las razones del malestar en la Federación del Gremio de Editores es que su nuevo presidente, Jordi úbeda, que llevaba cuarenta años trabajando en las ediciones de la Abadía de Montserrat cuando presentó su candidatura, se ha jubilado y ahora trabaja para Planeta. Todo ello en tres días. "Y eso no lo sabíamos cuando le votamos. Porque también es empleado de Lara el presidente de CEDRO, Puig de la Bellacasa"...

Se ve que Philip Roth, tras su tristísima última novela, Elegía, le ha cogido gusto a las despedidas, porque ahora anuncia para octubre el adiós de su personaje más célebre, Nathan Zuckerman. Sí, 28 años y 8 novelas después de su primera aparición en The ghost writer, Zuckerman hará mutis en Exist Ghost: y si en la primera era un joven escritor, ahora será un anciano angustiado por el miedo a la pobreza y la muerte.

Conjurados, vía telefónica, ángela Vallvey, Rafael Reig, David Torres y Román Piña, se han convertido en miembros constituyentes del Consejo de Redacción de La Bolsa de Pipas, con la obligación de "llevar como cabelleras andantes noticia de sus virtudes allá donde fueren". Más aún: si tropezasen "con un trozo de cerebro de Pombo, o con el ordenador portátil robado a Juan Manuel de Prada, los pondrán a disposición del consejo para que se decida lo más oportuno democráticamente (seguramente vender tales hallazgos al mejor postor)". Suculentas promesas, como la Bolsa.

Teniendo en cuenta los dineros que se deja el Ministerio de Cultura en el Liceo, ¿cómo se explica la práctica inexistencia de obras españolas o catalanas en el coliseo de las Ramblas? Ha tenido que ser el Palau de les Arts de Valencia de Helga Schmidt el que ponga en las mismas condiciones una zarzuela, La Bruja, y una ópera. Ni el Real ni el Liceo. El resultado da la razón a aquéllos que dicen que nuestra zarzuela no es de segunda, sino que se hace con medios de cuarta.

Cuando lean esta Papelera tal vez se haya firmado ya la Guía de Buenas Prácticas para museos y centros de arte contemporáneo, pactada por las asociaciones de profesionales del arte actual, que será asu-
mida por el Ministerio de Cultura y aplicada al MNCARS. Gran avance en la democratización y la transparencia de las estructuras para el arte, y comienzo de un proceso que necesita continuidad. Porque no se engañen, no servirá de nada elegir por concurso al director idóneo si no se modifica el Patronato ni se concede una mayor autonomía al museo. Podría no postularse nadie, o sea.

El último libro de Javier García Sánchez, K, puede acabar resultando para el estupendo escritor más duro que el Alpe d’Huez. Verán, en la portada aparece el famoso alpinista Kurt Diemberger, y al parecer Planeta ha utilizado esa foto sin permiso. Más aún, dicen que Diemberger, tras leer el libro, ha pedido que lo retiren de las librerías, que no presta su imagen a semejante chapuza. Y que su comentario fue tan escueto como contundente: la foto está torcida, y el resto también.

Me confirman que Prisa celebró su "reunión corporativa" en la mismísima sede central del Insituto Cervantes (?) hace un par de semanas. Que sí, que cualquier empresa cultural o de comunicación puede hacerlo previo pago de su importe (6.000 euros del ala en el caso de los Polanco’s boys). Y yo, qué quieren que les diga, estoy pensando en hacer lo propio para celebrar mi cumpleaños, evento cultural donde los haya, y que César Antonio me componga un soneto (cortito, eso sí).

El estreno de Un enemigo del pueblo fue un éxito. Me gustó y aplaudí como el resto del respetable pero no esperaba que hubiese efectos especiales. La línea 3 del metro madrileño, que pasa junto al Teatro Valle-Inclán -un edificio inaugurado el año pasado cuya construcción costó algo más de 4,5 millones de euros- colaboró con el montaje cuando, en uno de sus numerosos y estruendosos viajes, dejó sentir al público su vibración justo cuando la periodista Billing, personaje interpretado por Ester Bellber, dijo aquello de "lo que esta ciudad necesita es una sacudida..." ¿Solucionará el CDN este problema?

El premio de la Real Academia ha sido este año para Enrique Vila-Matas. ¿Primer paso del escritor hacia la docta casa? Amigos tiene.