Image: Biblos Clube de Lectores

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Opinión

Biblos Clube de Lectores

Sala segunda de lo editorial

26 abril, 2007 02:00

Han sido vistas las diligencias seguidas contra la editorial y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS

1.- Que la editorial Biblos Clube de Lectores publicó, primero en gallego y luego en castellano, el libro de Ana María Ríos. Boda, cárcel y fama, del que es autora Dª María José Lorenzo.

2.-Que dicha Dª Ana María Ríos es una peluquera de Arcade (Pontevedra) que fue detenida en el aeropuerto de Cancún al encontrarse en su equipaje nueve balas y un detonador. ítem más: que pasó unos días en la cárcel y, tras gestiones del Consulado de España, consiguió salir en libertad provisional. ítem plus: que dicha peripecia le dio tan gran popularidad a Dª Ana María que pasó a ser conocida por el simpático remoquete de "La gallega de Cancún".

3.-Que Dª Ana María decidió hacer caja de su popularidad acudiendo a los remediavagos más socorridos y habituales: posar en pelotas en una revista y publicar en la editorial Biblos un libro sobre las tribulaciones de su presidio mexicano. ítem más: que la editorial encausada decidió publicar y difundir dicho libro en ambas lenguas.

4.-QUE el relato de lo que le sucedió a Dª Ana María, escrito por Dª María José, carece de todo interés y nada añade a lo publicado en la prensa. Tras un doloroso flemón, la peluquera se va de viaje de novios a Cancún. Allí la pareja estrecha con una pareja de vascos una de esas amistades íntimas instantáneas características de los viajes organizados. Adviértase que las expectativas que el libidinoso lector pudiera concebir acerca de un adulterio recíproco entre ambas parejas se verán defraudadas. La pillan con el armamento y a su novio le da una pataleta o soponcio: "empezó a dar patadas a todo lo que estaba en su entorno" (pero no a lo que estaba en la habitación contigua). La meten en la cárcel, donde sufre y, a intervalos regulares (cuando no reza), solloza, llora o derrama lágrimas. En la celda "había unos bichitos pequeños que empezaron a picarme en los pies". La cuitada afirma que allí "comprobé que con lo único que cuenta el ser humano para agarrarse es la fe". Tras laboriosas gestiones, le conceden la libertad bajo fianza y, cuando vuelve a España, se da cuenta de que es muy popular. Le ofrecen posar in púribus a cambio de dinero y ella lo interpreta a su manera: "Dios me daba la oportunidad de sanear nuestra economía". Tratándose de intervención divina, no iba a negarse, claro está. Luego celebra con su marido la recaudación: "Chocamos nuestras copas y nos fundimos en un tierno abrazo". Fin.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
Los hechos probados son constitutivos de un delito grave de engaño ventajista. Ya decía el gran jurisconsulto Cervantes: "bien sé lo que son tentaciones del demonio, y que una de las mayores es ponerle a un hombre [vale decir: a una peluquera y a una editorial gallegas] en el entendimiento que puede componer y imprimir un libro, con que gane tanta fama como dineros, y tantos dineros cuanta fama". Si bien no se comprende qué necesidad imperiosa tiene todo quisque de fatigar las prensas, desde cantantes a locutores de televisión pasando por ministros sin cartera; no es menos cierto que Dª Ana María no incurre en ilícito penal: es muy libre de retratarse en cueros vivos (con deleitoso resultado) o de escribir un libro (infumable). Sólo cabe repetir con Cervantes: "¿Pensarán vuestras mercedes ahora que es poco trabajo hinchar un perro? ¿Pensará vuestra merced ahora que es poco trabajo hacer un libro?". La criminal conducta de la editorial al difundirlo, en cambio, constituye un delito punible, quizá a remolque de la simple necedad, quizá motivado por la codicia, para así obtener alguna de las numerosas ayudas a la edición en lengua gallega.

ACUERDO

Que debo condenar y condeno a la editorial Biblos Clube de Lectores, como autora de un delito de engaño ventajista, a la pena de publicar a sus expensas los siguientes títulos que tampoco pueden "dejar a nadie indiferente": Memorias secretas del peluquero de Iñaki Anasagasti; Confesiones del veterinario de las mascotas de Antonio Gala y Toda la verdad: yo le vendía el hachís a Sánchez Dragó.

Así lo pronuncio, mando y firmo.
Rafael Reig

Contra esta resolución cabe interponer recurso de apelación en el plazo de siete días ante el juzgado digital de segunda estancia: www.elcultural.es