Opinión

Knock

Portulanos

8 enero, 2010 01:00
Louis Jouvet ha pasado a la historia por su encarnación de los grandes personajes del teatro clásico francés, pero su mayor éxito sobre la escena se lo debió a una comedia de Jules Romains, Knock o el triunfo de la medicina, título que estrenó en 1923 en el teatro de los Campos Elíseos y sobre el cual volvería más tarde, hasta el punto, verdaderamente insólito, de interpretar dos versiones cinematográficas diferentes de la obra. La pieza es poco conocida aquí, aunque es una de las más queridas del repertorio francés del siglo XX. El joven doctor Knock compra a un colega suyo de mayor edad, el doctor Parpalaid, una consulta en un pueblo pequeño. Nada más llegar descubre que la vida en el lugar es tan saludable que nadie se pone nunca enfermo. Inasequible al desaliento, Knock emprende una campaña que consiste en crear pacientes enfermándoles a base de inocular en ellos el miedo a los microbios, esos enemigos invisibles. Y tanto éxito tiene que la población entera cae enferma. Parpalaid, atónito ante el éxito de su pupilo, le dice: "¡Usted necesita una gran ciudad!". Knock responde: "La tendré, antes o después". En otra escena, cuando, tras un discurso sobre los gérmenes, el maestro del pueblo le dice a Knock que le está asustando y que no va a poder dormir, Knock sentencia: "¡Justamente eso es lo que necesitamos! Ese efecto impresionante es el que debemos llevar hasta las entrañas del auditorio. ¡Que no puedan volver a pegar los ojos!". Preocupado siempre por la salud de nuestro teatro invito a los productores y directores del país a que programen esta obra, que encontrarán de inquietante actualidad. Con la entrada, además, pueden regalar una vacuna.