'Boom' de la arqueología: ¿Está viviendo su edad dorada?
Recientes hallazgos como los de Tarteso en Extremadura han alcanzado un gran impacto mediático y social. ¿Crece el interés por nuestra historia?
Del pasado al presente
Esther Pons
Conservadora-Jefe del Dpto.de Antigüedades Egipcias y del Oriente Próximo del Museo Arqueológico Nacional
La arqueología es una de las disciplinas más importantes de la historia que se centra en el estudio de civilizaciones y culturas pasadas. Desenterrando el pasado se devuelven a la vida sociedades ahora extinguidas. Sacar a la luz ciudades, templos, necrópolis y objetos de cultura material adentra a los investigadores en un mundo desconocido, en ocasiones con sus dudas y lagunas, pero siempre apasionante. Cómo vivían los habitantes, cómo se interrelacionaban entre ellos, cuáles eran sus creencias religiosas, cuáles sus formas de enterramiento o cómo han ido evolucionando dichas sociedades, entre otros aspectos, son temas que siempre han llamado la atención a las civilizaciones posteriores. No podemos olvidar que conocer y entender nuestro pasado es la mejor forma de comprender lo que hoy somos.
Desde descubrimientos tan importantes como la tumba de Tutankamón, ciudades como Pompeya y Herculano, el mundo micénico, Mesopotamia, el ejército de terracotas en China, la cueva de Altamira, o el reciente hallazgo de las primeras esculturas del yacimiento tartésico de Turuñuelo, entre los miles y miles de hallazgos que es imposible mencionar en pocas líneas, el interés del gran público por conocer el pasado se ha ido incrementando.
Pero dicho interés ha experimentado un aumento considerable debido en gran medida a la enorme difusión que se ha dado y se da a los hallazgos de las excavaciones arqueológicas. El número de publicaciones mostrando los resultados de las investigaciones es cada vez mayor y lo mismo ocurre con la organización de congresos, jornadas, cursos, seminarios, etc., y por supuesto, con las exposiciones permanentes o temporales centradas en buena medida en temas de carácter arqueológico. A todo ello debemos añadir el papel que juegan en la difusión tanto las redes sociales como los medios de comunicación.
El número de publicaciones mostrando los resultados de las investigaciones es cada vez mayor
Es muy relevante ya desde hace algún tiempo el aumento de universidades públicas y privadas que han incorporado en sus planes de estudios asignaturas acerca del conocimiento de la arqueología, así como de estudiantes que acceden a universidades extranjeras para una mayor especialización, con el objetivo en muchos casos de incorporarse en un futuro a las distintas misiones arqueológicas. Son muchas las universidades, fundaciones o museos españoles que colaboran económicamente en proyectos arqueológicos y fomentan en la medida de sus posibilidades dichos proyectos.
Es verdad que en España, y también en otros muchos países, todavía queda camino por recorrer, pero todos, desde los diferentes profesionales que forman parte de los equipos multidisciplinares de las misiones arqueológicas (arqueólogos, antropólogos, restauradores, epigrafistas, especialistas en tejidos, arqueozoología, arqueobotánica y paleocarpología, arquitectos, informáticos, médicos, fotógrafos, topógrafos, etc., ) hasta las distintas instituciones públicas y privadas que subvencionan excavaciones están haciendo un gran esfuerzo para difundir y dar a conocer los hallazgos con el fin de que nuestro pasado forme parte de nuestro presente.
Una información excepcional
Esther Rodríguez González
Instituto de Arqueología (CSIC-Junta de Extremadura). Coordinadora científica de la exposición Los últimos días de Tarteso
La información viaja a una velocidad que resulta absolutamente incontrolable. Hace apenas una semana presentábamos un conjunto de cinco relieves aparecidos en el yacimiento de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz), unos rostros adscritos a la etapa final de Tarteso, que, sin embargo, han pasado por todas las culturas presentes en el Mediterráneo, pues existe un tanto por cierto que los considera etruscos, quizá griegos, o por qué no, fenicios; e incluso han viajado al Oriente más lejano, pues hay quienes han visto en ellas rasgos de la escultura camboyana.
Lo cierto es que todo este debate no nos ha dejado detenernos en detalles tan importantes como la propia originalidad de las piezas o el hecho de que se trate de un conjunto aparecido dentro de un contexto arqueológico, lo que, sin duda, revaloriza su importancia, al no tratarse de un hallazgo casual, lo que permite certificar su cronología y adscripción cultural. No es la primera vez que el yacimiento de Casas del Turuñuelo nos brinda un hallazgo arqueológico excepcional y único.
Cabe recordar la existencia en este edificio de una escalera monumental cuyos seis peldaños inferiores se fabricaron con un mortero de cal, el más antiguo hasta la fecha dentro de la arqueología peninsular; un masivo sacrificio de animales o la presencia de un conjunto de vidrios procedentes del Mediterráneo Oriental y parte de una escultura de mármol del Pentélico, el mismo que se empleó para la construcción del Partenón de Atenas. Hasta la fecha, todos ellos son ejemplos únicos dentro de la arqueología protohistórica del Mediterráneo occidental que nos están brindando una información excepcional para conocer a las comunidades de la Edad del Hierro peninsular.
La arqueología ha vuelto a protagonizar portadas en la prensa y eso ha servido para despertar el interés por nuestra historia
Así mismo, la presentación de este hallazgo ha servido para que las noticias relacionadas con la arqueología vuelvan a protagonizar portadas en la prensa o espacios dentro de los programas de televisión y radio, y ese es otro de los aspectos importantes en los que debemos detenernos, pues ha servido para despertar en buena parte de la sociedad, el interés por nuestra historia. Esta es una realidad cada día más palpable, pues se han multiplicado las plataformas donde los debates históricos están a la orden del día.
En este sentido, el interés por Tarteso se ha acrecentado exponencialmente en los últimos años, en parte debido a los extraordinarios hallazgos que el yacimiento de Casas del Turuñuelo nos está brindando. No debemos olvidar que se trata de uno de los edificios mejor conservados del Mediterráneo occidental y, posiblemente, muchas son aún las sorpresas que este enclave tiene reservadas para nosotros.
Un buen ejemplo del interés que Tarteso despierta es la sucesión de eventos y publicaciones que, en los últimos años, han visto la luz. Quizás por su vocación divulgadora, me gustaría resaltar una de ellas, la exposición temporal que actualmente alberga el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, Los últimos días de Tarteso, que permite al visitante aproximarse a la evolución que los estudios de Tarteso han tenido desde su aparición.