OnePlus vende 500.000 unidades a costa de sacrificar beneficios
OnePlus intentó jugar una carta bastante peligrosa cuando lanzó su primer y único teléfono en el mercado, el OnePlus One. Esa carta de la que hablo es el hype: prometiendo traernos todo un asesino de reyes a precio de derribo, una oportunidad para todos de tener una verdadera bestia con Android en nuestras manos, un dispositivo que haría que nos olvidaramos del resto de buques insignia del mercado.
Sin embargo, esa carta del hype le ha costado algo caro a Oppo, porque el sistema de invitaciones ha sido un tanto pésimo. El OnePlus One es muy buen terminal, aunque tenga sus peros, pero eso de las invitaciones dejó descontentos a muchos posibles compradores.
Algo provocado por su poco poder de producción, normal en una empresa recién llegada, aunque parecen haber solucionado este problema teniendo en cuenta que ya no es necesaria una invitación para dar nuestro dinero a esos chinos tan majos.
Cifras record, aunque no se traducen en grandes beneficios
Os cuento todo esto a modo de introducción por una sencilla razón: OnePlus ha conseguido colocar más de medio millón de sus teléfonos en el mercado, una cantidad considerable de dispositivos teniendo en cuenta que las invitaciones se han abierto hace apenas una semana.
Y los responsables de la rama de Oppo son optimistas, porque podemos leer en Forbes que aspiran a llegar al millón de unidades en cuanto termine este año 2014.
Entre otras cosas, también podemos leer que sólo han usado 300 dólares en publicidad (y todo ese dinero se ha ido en experimentos con los anuncios de Facebook), pero tenemos otro problema que no se comenta demasiado: que OnePlus no esta ganando casi nada con cada One vendido, su margen de beneficios es ridículo. Tanto, que es de cifras simples, no ganan más de nueve dólares con cada dispositivo vendido.
Como comprenderéis, con menos de 10 dólares por teléfono como margen de beneficio, no van a durar mucho: Carl Pei afirma que esta política de precios es para darse a conocer, recibir algo de financiación, y hacer algo de negocio con la batería de accesorios disponibles. No son malas cifras ese medio millón, el problema es que generan unos beneficios mínimos en realidad, y OnePlus no va a poder vivir mucho tiempo de esta forma.
Un cambio de precios previsible para el futuro
Y el problema que probablemente hayáis detectado es que esta política de precios de derribo no va a existir toda la vida: llegará un día en el que habrán conseguido financiación y público, y harán algo parecido a lo que ha pasado con el Nexus 6, subir el precio a uno que no nos gustará tanto. Es un paso necesario para garantizar su supervivencia, pero que tendrá consecuencias que no nos van a gustar. ¿Qué os parece a vosotros?