Rage of the Gladiator nos mete en espectaculares peleas en primera persona

Normalmente los juegos de acción están llenos de lacayos que nos molestan y nos quitan vida hasta que encontramos al jefe de final de nivel, que suele ser la parte mas memorable de éste. El juego que nos ocupa hoy, Rage of the Gladiator, es básicamente una recopilación de jefes finales, cada uno de ellos con sus patrones de movimiento y sus puntos débiles, todo ello en una espectacular vista en primera persona.

Porque lo primero que nos sorprende cuando iniciamos la partida es la calidad de la producción, muy superior a lo que uno suele esperarse de un título móvil, y mas cercano a títulos de consola y PC. Tal vez sea porque originalmente Rage of the Gladiator era un juego para la consola Wii de Nintendo, de su servicio de juegos por descarga WiiWare. En el paso a Android, no solo se ha intentado ser fiel jugablemente (aunque no es lo mismo mover el mando que pasar el dedo por la pantalla para atacar), sino que me atrevería a decir que los gráficos son superiores. Las texturas están muy detalladas y la animación de los personajes, junto con los efectos de iluminación, consiguen un apartado gráfico por encima de la media.

El juego se divide en diversos combates en primera persona contra varios gladiadores. Cada uno de ellos realiza los ataques de una manera, que tendremos que aprender para esquivarlos y contraatacar de la manera mas oportuna. Es un juego que se basa mucho en el ensayo y error hasta que conozcamos al dedillo a nuestro oponente, si bien los primeros combates será muy aparente el momento en el que el enemigo nos vaya a atacar. Existe un componente de fantasía que se traduce en ataques especiales que gastan maná, y en adversarios que se sacarán de la manga hechizos y trucos cada vez mas absurdos para no besar la lona.

Rage of the Gladiator es un juego que sorprende por su producción, pero que una vez en faena tal vez eche en falta algo mas de complejidad. No es que esté mal tal y como está, por supuesto, y mas siendo gratuito (aunque los micropagos hacen aparición, por supuesto).