Néctar: Una solución a los problemas de batería. Dos semanas de autonomía en cartuchos de Metilpropano
Una queja constante de todos los usuarios que a diario usamos smartphones o tablets es que las baterías no duran un asalto. Si bien existen dispositivos como el Motorola RAZR MAXX que traían consigo una batería de alta capacidad, no hemos vuelto a ver algo similar. Parece ser que los fabricantes no quieren invertir en mejorar las baterías para que así tengamos otro motivo por el que desechar nuestro teléfono actual y comprar otro. También puede ser que dicha tecnología ya exista y simplemente no quieran sacarla a la venta. Sea como fuere, hay empresas que quieren aprovechar ese espacio de mercado y sacan baterías de más capacidad o diversos métodos de recargar la batería. Durante el CES hemos descubierto un nuevo producto que puede dé que hablar por su forma de carga.
Néctar es una nueva forma de recargar nuestros dispositivos. Si bien se asemeja mucho a una batería de viaje, está un poco lejos de este en cuanto a tipo de carga se refiere. Me explico, Néctar usa unos cartuchos de metilpropano (isobutano) para dar energía al teléfono en cuestión mediante la interfaz que vemos en la foto superior del artículo. Al ser un líquido el que nos da carga, podemos más o menos tener consciencia de la cantidad de carga que nos queda en el cartucho gracias a que ésta viene dada por el volumen de líquido que quede en él. Y hay que destacar que cada cartucho tiene unos 55.000mAh, cosa que no está nada mal.
Aunque no está disponible por ahora, sabemos que se pueden hacer prerreservas del aparato por unos 299$ cada pieza. Y cada cartucho de combustible costará aproximadamente 10$. Aunque nos parece un precio algo abusivo, tenemos que tener en cuenta que la interfaz convierte el combustible en energía eléctrica para nuestro smartphone, por lo que puede que su tecnología justifique que no deba ser especialmente barato.
El funcionamiento del dispositivo en cuestión es lo más simple que he visto. La unidad principal tiene un puerto USB al que enchufaremos el teléfono para cargarlo. Un botón detrás del cartucho permite cambiar éste siempre que se agote o estropee. Simple y funcional.
Aunque se aprecia una advertencia de que es inflamable, su uso está permitido en aviones, por lo que debe ser lo bastante seguro como para no tener que preocuparnos demasiado. Quizás el principal problema pueda ser que no es del todo amable con el medio ambiente, por el combustible que usa. Y porque no se sabe aún qué hace la empresa con los cartuchos gastados. ¿Se reciclan? ¿Se tiran y crean más basura?
Muchas incógnitas por resolver de un producto que seguro dará mucho que hablar en cuanto salga, puesto que es la solución perfecta para esos largos días de acampada y «pateo» que solemos hacer algunos. Aunque tenga como principal punto negativo el precio, puede que el balance dolar-euro juegue a nuestro favor y nos salga mucho más barato semanas después de su lanzamiento oficial.
fuente: Phandroid