Pixel 4a, análisis: la mejor cámara de Android en un móvil pequeño
En el análisis del Google Pixel 4a hacemos un repaso a todos los aspectos clave de la experiencia de un móvil pequeño e impresionante en fotografía.
3 agosto, 2020 16:00El Google Pixel 4a es el último teléfono de Google en llegar a España, un móvil que un año más ofrece la que para muchos es la mejor cámara de Android a un precio que cuesta la mitad que sus principales rivales en fotografía, un móvil que cubre muchas de las debilidades de la anterior generación. ¿Pero es esto suficiente?
Si lees habitualmente blogs o ves vídeos de actualidad tecnológica este móvil te resultará familiar. La razón se debe a que un usuario pudo hacerse con una unidad y realizar toda clase de reviews. Este móvil es en esencia el mismo que ya se filtró hace unos meses, y si bien en lo que respecta a su ficha técnica no hay ninguna sorpresa, si que tenemos mucho que contar sobre la experiencia de uso al haber pasado unos días con él.
Características técnicas del Google Pixel 4a
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Pantalla:
- Dimensiones: 5,81 pulgadas.
- Tecnología: OLED HDR.
- Profundidad de color: 24 bits.
- Contraste: 100.000:1.
- Resolución: FullHD+ (1080 x 2340).
- Relación de aspecto: 19,5:9.
- Compatible con pantalla siempre activa.
- Protección Gorilla Glass 3.
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Rendimiento:
- Procesador: Qualcomm Snapdragon 730G.
- 6 GB de memoria RAM LPDDR4X.
- 128 GB de almacenamiento UFS 2.1.
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Cámaras:
- Principal:
- Sensor de 12,2 Mpx con tecnología Dual Pixel.
- Tamaño del pixel: 1,4 μm.
- Autoenfoque y detección de fase con tecnología Dual Pixel.
- Estabilización de imagen óptica y electrónica.
- Apertura f/1,7.
- Campo de visión de 77°.
- Cámara frontal:
- Sensor de 8 Mpx.
- Tamaño del pixel: 1,12 μm.
- Apertura f/2.0.
- Enfoque fijo.
- Campo de visión de 84°.
- Modos de fotografía:
- HDR+ con controles de doble exposición.
- Visión nocturna en ambas cámaras.
- Astrofotografía.
- Modo retrato en ambas cámaras.
- Otros modos: Panorámica, foto esférica, cámara lenta, secuencia acelerada y Google Lens.
- Grabación de vídeo:
- 720p a 30, 60, 120 y 240 fps.
- 1080p a 30, 60, y 120 fps.
- 4K a 30 fps.
- Estabilización de vídeo.
- Principal:
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Sonido:
- DSP de audio dedicado.
- Altvoces estéreo.
- Jack de auriculares 3,5 mm.
- Compatible con audífonos M3 / T4.
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Batería:
- Capacidad: 3140 mAh.
- Carga rápida de 18 W USB Power Delivery 2.0.
- Cargador con cable USB C a USB C (USB 2.0) incluido.
- Dimensiones: 144 x 69,4 x 8,2 mm.
- Peso: 143 gramos.
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Otros:
- Está sonando.
- Chip de seguridad Titan M.
- Construcción en policarbonato.
- Sensor de huellas
- Compatible con ARCore, Google Stadia y Netflix HDR.
- Puerto USB C 3.1 gen 1.
- Dongle USB OTG incluido en caja.
- 3 meses de YouTube Premium y Google Play Pass.
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Sistema operativo:
- Android 10.
- Actualizaciones de Android durante 3 años.
- Actualizaciones de seguridad mensuales durante 3 años.
Las mejoras respecto al Pixel 3a
El Pixel 3a fue, a mi juicio personal, uno de los mejores móviles de 2019. Se trataba de un móvil que si bien no era perfecto, si que ofrecía una experiencia única en la que las especificaciones jugaban en un segundo plano y la experiencia de uso de Android y la fotografía eran la más absoluta prioridad.
No obstante, a nivel de hardware era difícil recomendarlo. Incluso si finalmente el software es el apartado más importante en la experiencia de uso, al final un hardware excepcional te da la capacidad de ejecutar las mejores aplicaciones y juegos, por lo que no se debe dejar de lado ninguno de los dos apartados.
¿Ha cambiado algo la segunda generación de Pixel baratos? Vamos a los temas más relevantes:
- La plataforma de hardware: El anterior modelo contaba con un Snapdragon 670, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno eMMC 5, mientras que aquí damos el salto a un Snapdragon 730, con 6 GB de RAM y un almacenamiento base de 128 GB, esta vez con memorias UFS 2.1. La mejora es gigantesca, pero el procesador sigue estando una generación por detrás de sus rivales directos.
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Pantalla: Google ha decidido apostar por lo que ellos llaman «el tamaño perfecto». En lugar de dos modelos de 5,6 y 6 pulgadas en formato 18:9 se han quedado con 5,8 pulgadas en formato 19,5:9.
- Si este tamaño de pantalla te resulta familiar no es casual, ya que es el que Apple lleva usando con el iPhone X, XS y 11 Pro, con la diferencia clara en que, en lugar de un notch gigantesco, tenemos un pequeño agujero para la cámara.
- Respecto a la calidad del panel hablaremos más adelante, pero a nivel de calidad si que es de las mejores pantallas de su gama, siendo un panel OLED con soporte HDR10+ (y compatible con Netflix en HDR desde el día 1).
- Sonido: Dos altavoces, jack de auriculares y un DSP de sonido dedicado. Una de las mejores experiencias de sonido que puedes tener en un móvil por su combinación entre calidad y versatilidad.
- Fotografía: Más allá de las mejoras de calidad que pueda tener el móvil, destacamos que el Snapdragon 730 no tarda tantísimo tiempo en procesar las imágenes como lo hacía el 670 del 3a, uno de los aspectos más incómodos que tenía la anterior generación. La cámara también es más inteligente y tiene funciones exclusivas de Google como el modo astrofotografía.
El Android para los que quieren un móvil pequeño
El Google Pixel 4a es un móvil que en su formato es único, y no te vas a encontrar un móvil igual en el mercado. Este año Google ha decidido hacer únicamente un móvil asequible, el cual tiene el tamaño compacto del Google Pixel 3a pero un tamaño de pantalla que se acerca más al del Pixel 3a XL.
Según Google, con este móvil han aspirado a crear lo que ellos denominan como el tamaño perfecto. La ambición está clara, aunque la definición es más ambigua de lo que parece. ¿Qué es exactamente el tamaño perfecto? ¿Acaso existe un único tamaño perfecto?
Tenemos un frontal que es todo pantalla, una pantalla de 5,81 pulgadas y relación de aspecto 19,5:9 con unos marcos que se aprecian en los cuatro laterales, pero que al mantener una mínima simetría (el de abajo es ligeramente más grueso) no se perciben como tan grandes.
La sensación es parecida a la de un iPhone, que por mucho que sus marcos sean gruesos para los estándares actuales, al mantener un perfecto orden no se notan tan escandalosos en su uso diario. En el caso del Pixel 4a este concepto se lleva muy bien y resulta muy atractivo tenerlo en la mano.
Lo único que quizás estropea su orden es la cámara frontal, la cual se encuentra en un agujero de la esquina superior izquierda, aunque estéticamente queda muy bien. Google ha tenido en cuenta este factor de diseño en el software, dando a la barra de estado una separación.
El tamaño perfecto va mas allá del tamaño de pantalla y los marcos, y es que en dimensiones y peso este móvil es muy pequeño. ¿Cuánto de pequeño? Pues aproximadamente en un punto intermedio entre los Google Nexus 5 y Nexus 5X, móviles de 2013 y 2015, una época en la que los móviles aún eran cómodos de manejar.
Esta vuelta a una de las mejores épocas de Android no lo es solo en el tamaño, sino también en el peso. Con 143 gramos, el Pixel 4a se hace muy cómodo de utilizar en el día a día, más en una época en la que estamos acostumbrados a que la norma sean unos 200 gramos, incluso en casos más extremos como en el mejor de los móviles gaming, 240 gramos.
Para alcanzar este peso tan reducido, Google ha tenido que hacer una serie de renuncias, como utilizar policarbonato en el chásis, un policarbonato con tacto mate, suave y agradable.
Los botones, ubicados en la parte derecha siguen la ubicación clásica de Google y un diseño como el de los Pixel 4. El color menta del botón le da un toque fresco y diferencial al dispositivo.
La experiencia Pixel más económica, ¿qué significa esto?
Desde el nacimiento de los móviles Pixel en 2016, Google ha tenido muy claro cual es su propósito y prioridades en la industria móvil y ha trabajado duramente en labrarse esa reputación, aunque para la compañía sea difícil hacer hardware. Lo que si que tienen claro es que es su software y avances en inteligencia artificial son los que aportan el principal valor añadido.
Las actualizaciones, por calidad, cantidad y longevidad
El valor más visible de esta experiencia son las actualizaciones, y es que Google es de lejos el fabricante que mejor cuida este aspecto en Android. Desde su lanzamiento, cada Pixel cuenta con un mínimo de 3 años de actualizaciones.
Aunque nosotros estamos probando el Google Pixel 4a con Android 10. Teniendo en cuenta que se pondrá a la venta el 1 de octubre es de esperar que para su lanzamiento esté ya actualizado a Android 11 y por sus 3 años de actualizaciones a partir de la fecha de venta reciba hasta Android 14 (que llegaría entre agosto y septiembre de 2023).
Más allá de la longevidad, está la calidad de las actualizaciones. El resto de fabricantes de Android suelen actualizar rápido (en un plazo de 3 meses) su mejor móvil del año, pero al año siguiente ya estás en segundo plano, y lo más seguro es que en el siguiente ya no recibas nada. En los Pixel, todos los móviles se actualizan el día de lanzamiento sin ningún tipo de espera.
Pocos móviles presentados en 2020 recibirán Android 14. El Pixel 4a es uno de los privilegiados.
En cuanto a seguridad, todos los meses tendremos en los primeros días nuestra actualización de seguridad mensual. En este sentido si que hay muchos fabricantes que compiten o incluso ofrecen mejor soporte (como Samsung en la gama alta, que llega a ofrecer 3 años de actualizaciones mensuales y un cuarto año de actualizaciones trimestrales) pero no deja de ser un gran valor añadido.
Como último factor tenemos las Pixel Feature Drops, un nuevo sistema de actualizaciones de Google mediante el cual añaden nuevas funciones de forma trimestral, un sistema de actualizaciones que no sustituye a los otros dos, sino que lo complementa y le da valor añadido.
Una experiencia que no entiende de especificaciones
Si bien en la gama alta Google apuesta por lo mejor o casi mejor del momento, las optimizaciones que hacen sobre el software hace que el hardware importe menos. Un procesador es al final una electrónica que ejecuta el software, aspecto que Google cuida al máximo detalle.
En cada generación mejoran los componentes, pero el enfoque final está en la experiencia de uso, una experiencia de uso para seres humanos que no están obsesionados con fichas técnicas, sino con lo que su móvil les permite hacer.
En este sentido, más allá de Android puro los Pixel cuentan con algunos privilegios. Uno de nuestros preferidos es Está sonando, una herramienta creada con inteligencia artificial capaz de reconocer canciones y guardarlas en el historial. Es como Shazam, pero siempre activo, sin conexión y sin un consumo de batería adicional.
Otros privilegios están en la prioridad en los servicios de Google, como ARCore o el reciente Google Stadia. Siempre que Google lance una nueva tecnología siempre va a llegar primero a los Pixel, y este aspecto es recordado sólo cuando lanzan cualquier nueva función y te quedas meses esperando porque elegiste otro móvil.
Si nos ponemos quisquillosos en un aspecto técnico si identificaremos bien las limitaciones (y hablaremos más adelante sobre ellas)En ese sentido, lo que percibes utilizando el Pixel 4a es que todo va bien, que la pantalla se ve de escándalo o que la calidad de los altavoces es excepcionalmente buena, pero más importante aún…
…hace unas fotografías impresionantes
Desde 2017 con el Pixel 2 a Google se la ha considerado como la mejor marca para los entusiastas de la fotografía móvil, un sector en el que la competencia es más dura que nunca y en la que cada fabricante tiene sus herramientas y objetivos.
En cuestión de fotografía Google sabe muy bien lo que hace, y entienden que una cámara es tan mala como la peor fotografía que puedas hacer con ella, y dado ese aspecto se enfocan en ofrecer una consistencia en los resultados.
Dicha consistencia parte de una premisa muy sencilla, y es la prohibición de utilizar sensores de segunda o tercera categoría. ¿Qué significa esto? Que aquí no tenemos configuraciones de 3 o 4 cámaras traseras como en el resto de móviles, sino un único sensor.
¿Importa mucho esto? Hagamos un repaso a la utilidad de cada una de las cámaras que tienen esos móviles con tantos sensores.
- No tenemos sensor de profundidad: El sensor de profundidad es a menudo utilizado por cámaras de peor calibre para ofrecer un mejor modo retrato.
- Google no necesita esto, ya que con una combinación de tecnología Dual Pixel y software consigue uno de los modos retratos más llamativos. Tanto en la cámara trasera como en la frontal.
- No tenemos sensor teleobjetivo: Para obtener mejores resultados en fotografía a distancia, muchos móviles añaden un sensor con zoom óptico de 2, 3 o 5 aumentos (en la gama más alta).
- De nuevo, el Pixel no necesita esto para igualar o superar a sus rivales gracias a la tecnología Super Res Zoom, una tecnología cuyo secreto es una combinación entre la estabilización óptica y tu mal pulso.
- Aunque esta tecnología es una pasada, si que es cierto que se queda atrás respecto a los rivales de gama alta, por eso Google ha terminado ofreciendo en los Pixel 4 un Super Res Zoom con un sensor teleobjetivo. Aún así, para el Pixel 4a el uso de esta tecnología junto al sensor principal le sobra para superar a sus rivales directos.
- No tenemos sensor macro: Este sensor se está utilizando últimamente para realizar fotografías a muy corta distancia, un sensor que suele funcionar bien para estos propósitos.
- Google confía tanto en Super Res Zoom que la propia cámara te sugiere alejarte un poco y aplicar zoom. El resultado habla por si solo.
- No tenemos ultra gran angular: El estilo de fotografía que nos permite realizar tomas con más información usando un sensor de campo de visión es una de las cámaras que más de moda están.
- La alternativa aquí es la Foto esférica, una tecnología que Google lleva implementando en sus cámaras desde el Nexus 4 y que es una pasada, pero exige un tiempo y técnica mínimos y es mucho menos conveniente.
Como hemos podido ver, de todas las cámaras que tiene un smartphone moderno, Google no tiene necesidad alguna de incluir tropecientos sensores, ya que en casi todos los casos es capaz de superar a sus rivales directos al combinar un sensor de alta gama con un software excepcional. Porque en este tipo de móviles con muchas cámaras, los sensores extra suelen ser de segunda o tercera categoría (especialmente el macro, que los hay de 2 Mpx).
Respecto al principal, algo que nos puede chocar es el uso de un sensor de 12,2 Mpx en un mundo en el que hay cámaras de 48, 64 e incluso 108 Mpx. En los Google Pixel este tipo de sensores aún no tiene mucho sentido, ya que la forma de procesar las imágenes que tiene Google no consiste en realizar una toma con mucha información, sino en combinar muchas veces la misma imagen con varios niveles de exposición y combinar todos esos valores.
Esta toma de imágenes es continua, y el Pixel está tomándolas antes de que que pulses el botón. En el momento que pulsas el botón, el Pixel toma las últimas imágenes hasta el punto en el que pulsamos y será las que termine combinando, dándonos una sensación de inmediatez. Una foto perfecta en el instante que has pulsado el botón.
Como importante novedad en el HDR+ de Google tenemos un control de doble exposición, el cual nos permite modificar de forma individual las zonas de luz y de sombra.
Esa inmediatez tiene un poco de trampa, y es que si vas rápido a la galería descubrirás que la fotografía aún no está lista y tiene que procesarse. Este proceso es algo más lento que en los Pixel de alta gama al no contar un procesador dedicado (Pixel Visual Core en los 2 y 3 y Neural Core en el 4), pero mucho más rápido que el del Pixel 3a.
Incluso si la escena es complicada, el Pixel 4a responderá genial.
El modo retrato es una pasada, las fotografías salen excelentes no solo con la trasera, sino también en el frontal. Desde los ajustes podemos cambiar el desenfoque a posteriori e incluso añadir Color Pop, una función que pasa a blanco y negro todo el área desenfocada.
El modo noche sigue siendo de los mejores, y en ocasiones parece que hace magia, ofreciendo escenas mucho más iluminadas de las que ven nuestros ojos. Funciona también con la cámara frontal, algo que por algún motivo muchos fabricantes con este modo omiten.
Un añadido impresionante es la astrofotografía, una tecnología que conocimos con los Google Pixel. Este modo se encuentra escondido, y para poder utilizarlo es necesario que activemos la cámara en modo de visión nocturna y dejemos el móvil completamente quieto, siendo un trípode la opción más recomendable. Una vez apuntes al cielo en estas situaciones aparecerá un mensaje que nos indicará Modo astrofotografía activado.
Pulsa para realizar una fotografía y realizará una toma de 3 minutos, un intervalo de tiempo en el que el móvil no debe moverse. Respecto a los resultados nos hemos llevado una buena impresión, aunque la contaminación lumínica nos ha dejado con ganas de más. Tengo muchas ganas de probarlo y hablaremos más de este modo cuando tenga tiempo para salir más. Buena excusa para ir a pasar la noche a la playa, sin duda.
La cámara no solo tiene acceso directo a Google Lens, sino una integración en tiempo real. Si apuntamos a una hoja de papel nos ofrecerá escanearla para convertirla a PDF o compartirla, del mismo modo que si reconoce texto nos ofrecerá copiarlo o traducirlo si está en un idioma distinto al nuestro, si aparece un código QR nos mostrará un botón para ir a la dirección y mucho más.
Renuncias entendibles y otras más difíciles de entender
En la búsqueda del tamaño perfecto, Google ha tenido que hacer una serie de renuncias en este dipositivo para conseguir su tan ansiado objetivo. Estas renuncias no son un mero capricho, sino más bien son reglas físicas que, si bien con el tiempo la miniaturización nos permite superarlas, cada dispositivo y generación tiene las suyas.
La primera de ellas es el rendimiento y el diseño térmico. A pesar de que el Snapdragon 730 es un excelente chip, no va a rendir igual de forma sostenida que otros móviles con el mismo procesador y se va a calentar más. Incluso si el software es muy eficiente en muchas de las labores del día a día, no existe un espacio físico capaz de disipar el calor si le exigimos el máximo durante mucho tiempo. Para colmo, al ser un cuerpo de policarbonato con peor conductividad térmica, tardará más en enfriarse y retendrá el calor del chip durante más tiempo.
La batería es un apartado que finalmente deja que desear. Si tu uso de aplicaciones deja de lado los videojuegos exigentes vas a tener autonomía para todo el día sin problemas. Al final, si bien el Snapdragon 730 tiene potencia suficiente, las limitaciones de espacio físico hacen que la batería no pueda extenderse a partir de un momento en el que el procesador demanda mucha energía de forma sostenida.
Aquí Google podría hacer como hizo Apple con el salto del iPhone XS al 11 Pro, donde aumentó la capacidad de la batería a coste de aumentar el peso. Porque ya seas Apple o Google y por mucho que optimices el software, el amperaje y el software no son incompatibles y suman.
A nivel de ingeniería parece imposible crear un móvil que sea pequeño y ligero, con un rendimiento espectacular y una autonomía gigantesca, ya que potenciar uno de estos tres aspectos debilita los otros dos. Al final, si los móviles especializados en el gaming son los que mayor tamaño y peso tienen en la industria no se debe a un hecho casual.
El tamaño perfecto como concepto suena muy bien, pero la realidad nos ha demostrado que a día de hoy no existe un único tamaño perfecto. Google cumple muy bien la creación de un tamaño perfecto para su propósito, pero según tus intereses con el móvil este tamaño puede convertirse en el formato más imperfecto y limitado.
La mayor traición de Google a los Pixel
La desaparición de Active Edge es una traición por parte de Google a los usuarios de Pixel. Esta función, presente desde los Pixel 2 se basa en unos sensores de presión ubicados en los laterales del dispositivo. Cuando estrujabas el móvil con la mano, activaba Google Assistant. Parece una función irrelevante, pero al final con el uso terminaba siendo la forma más sencilla de utilizar Google Assistant.
Desde El Androide Libre hemos preguntado a Google España acerca de la desaparición de Active Edge, y a fecha de 3 de agosto no tenemos respuesta.
La desaparición de Active Edge es de lejos lo peor del Pixel 4a.
Si a ello sumamos que no podemos invocar al asistente de Google manteniendo pulsado el botón de encendido y la única forma es deslizar desde las esquinas del móvil, algo que es terriblemente incómodo. El móvil de Google finalmente tiene una de las peores experiencias con Google Assistant y el único modo cómodo es Voice Match.
La razón más probable de esta ausencia sea el enfoque de Google hacia la nueva función para llamar a Google Assistant dando un par de toques en la parte trasera del teléfono (función que ya puedes probar en cualquier Android). Pero como actualmente no está disponible, pues no tenemos nada.
Posiblemente el mejor móvil de Google hasta la fecha
La situación del Pixel 4a respecto a sus hermanos mayores es similar a la que vivió el Pixel 3a hace un año. A nivel técnico existen muchas renuncias hechas casi a propósito para marcar una diferencia que justifique que la gama de entrada cueste la mitad que el buque insignia.
Este tipo de renuncias hacen que el Pixel, sobre la ficha técnica, no resulte atractivo respecto a OnePlus, Xiaomi, realme o Motorola. Del mismo modo, la búsqueda por un tamaño perfecto, cómodo y fácil de usar a una mano le acarrea un conjunto de limitaciones que nos limitan en actividades exigentes para la batería, como jugar a videojuegos (si ese es tu propósito, quizás móviles como el OnePlus Nord o realme X3 son muchísimo mejores).
Google se ha centrado en crear un móvil para seres humanos que no comparan benchmarks, que buscan un móvil que funcione bien y se pueda controlar con una mano, que la batería aguante el una jornada intensa de trabajo sin problemas (siempre que no juegues a videojuegos), que la pantalla se vea espectacular, con un excelente sonido y una cámara sin rival en términos de calidad y fiabilidad.
El Pixel 4a es todo eso y más, es un terminal único que comprende cual es su esencia y sentido de existencia, y cubre un hueco en Android ante aquellos que están enamorados del iPhone SE y buscan una alternativa con un sistema que ofrece más libertades.
Algo que si que no nos encaja demasiado es que el Pixel 4a cueste 389 euros en España mientras que en otros países de Europa el precio sea de 349 euros. Esos 40 euros hacen que sea mucho menos competitivo en nuestro país y serán determinantes cuando veamos cómo este terminal arrase en Estados Unidos o Alemania y tenga menor repercusión en España.